Justo en la fecha del anterior post, 15 de agosto, este blog cumplió la friolera de 15 años.
15 años escribiendo, cada vez con menos frecuencia, mis dramas y comedias.
Estos dos últimos años han sido una montaña rusa de emociones, como suele decirse.
Después de un año he ido por fin a la PDMA (Psicóloga de Mis Amores), pero tenía que actualizarla de tantas cosas, que pasamos bastante por encima por todo. Pero ya no pienso en la PDMA (en ir) cada día, como me pasaba antes, así que de algo me sirvió.
Llevo bastante tiempo muerta de cintura para abajo. No tengo tiempo ni energía para buscar pareja. Los rollos de una noche no me van, pero tampoco tengo ganas de eso. El Satisfyer sigue con la batería a full.Ahora mismo tengo una relación cordial con mi última ex, pero a pesar de haber hecho esfuerzos para recordar lo negativo, lo positivo siempre vuelve.
Estas dos últimas veces que nos hemos visto, que ha venido a mi casa a darme una mala noticia y a recoger unas cosas, hemos acabado....
... comiendo juntas y nada más, no te vayas a pensar cosas raras.
Lo malo es que he comprobado que aún tiene poder sobre mí. Con la mala noticia se puso a llorar y salió la salvadora que hay en mí y me trastocó un poco.
La segunda vez estuvimos bien, incluso recordando alguna anécdota nuestra. Y como ya no tengo la ansiedad de "salvar" la relación ni discutimos, los momentos buenos luego vuelven con más fuerza mi cabeza. O no quiero que se vaya tan pronto después de comer. Tengo que hacer esfuerzos para recordar que NO ERA ASÍ.
El otro día estaba en nuestro antiguo barrio y tuve tentaciones de pasar por el parque donde solíamos pasear el perro. Quería y a la vez no: quería verlos, pero no podría soportar que estuviera con otra. Al final pasé y no estaban. Fue un alivio, en realidad, por si estaba con alguien. Pero me quedé con las ganas de verla y cruzar dos palabras.
Pero la última vez que estuve en su casa había dos cepillos de dientes (iguales).
Han pasado casi dos putos años.
DOS PUTOS AÑOS y sigo anclada.
