28 de febrero de 2015

Acosos machistas: tú también los has sufrido

Hace un tiempo que quiero escribir esta entrada pero nunca me acuerdo, y hoy La Hormiga me ha hecho memoria contando una de sus desagradables experiencias.
Sé que hay algunas webs recogiendo experiencias de diversas mujeres aunque ahora mismo no tengo presentes los enlaces (si alguien los recuerda que los ponga en los comentarios por favor). No me refiero sólo a Micromachismos, que editó un vídeo resumiendo algunas de estas situaciones, o machismos directamente, sino a acosos directos.



Algunas experiencias son escalofriantes, como la de la misma Hormiga, y me gustaría que compartáis las vuestras en los comentarios, si no os resulta muy doloroso, tanto las sufridas desde niñas a adultas. Estoy convencida que quien más quien menos, todas hemos sufrido este tipo de acosos de hombres hacia nosotras. Las que yo puedo recordar son las siguientes:

 - Yo tenía 12 años. Lo recuerdo bien porque era el año de las Olimpiadas, y mis padres habían alquilado un apartamento con piscina comunitaria, donde me pasaba todo el día. Al trampolín, de cabeza, nadando, buceando, lo normal de una niña que le encanta el agua. En uno de mis múltiples viajes al trampolín, un señor me llama la atención y me empieza a preguntar que cómo me llamo, cuantos años tengo, que nado muy bien, me tiro muy bien de cabeza, blablabla. Afortunadamente mi madre vino a rescatarme y me preguntó qué me había dicho y me advirtió que no hablara con él. Hasta la adultez no comprendí el por qué.

- Iba a un colegio femenino de monjas. En sexto de EGB corría por la calle de la escuela un exhibicionista, quien sabe si sólo eso o con alguna otra intención. Nunca lo llegué a ver, nos obligaba a hacer clase con las persianas bajadas para que ninguna mirara por la ventana. Vino hasta un tipo a darnos una charla sobre lo que pasaba, quitándole hierro al asunto, y sólo recuerdo su "solución" en tono jocoso si nos atacaba: rodillazo en la entrepierna. Ya me dirás tú qué pueden hacer las rodillas de niñas de 11-12 años ante un adulto.

 - También de niña, jugando en grupo en una plaza, mi grupo de amigas nos vino a otras dos entre divertidas y nerviosas diciendo que había un señor con una gabardina que estaba nervioso y les había enseñado el pito. No sé si fue real, pero teniendo en cuenta el nivel de inocencia y desinformación que teníamos no sé si serían capaces de saber que ocurrían estas cosas para inventárselas.

 - A los 19 fui por primera vez sola a un concierto. Como llegué pronto para estar en primera fila, hice migas con una familia que esperaba a mi lado, madre, padre e hija preadolescente. Durante el concierto estuve muy incómoda porque el marido, que lo tenía detrás, se rozaba conmigo más de lo necesario con la excusa del movimiento de los saltos y apretujones típicos que se dan en los conciertos. Fue muy desagradable, aunque afortunadamente no fue todo el rato.

- No recuerdo la edad, pero estaba en el metro apoyada cerca de la puerta con la carpeta de la uni en el pecho debido al gentío que había. Aunque en estas situaciones el espacio vital no se respeta, siempre hay un espacio mínimo entre tu cara y la de otra persona. No fue el caso. Un chico estaba peligrosamente cerca de la mía, y no recuerdo si me empecé a poner nerviosa por este hecho o porque empezó a decirme cosas. De repente noté cómo ME TOCABA EL COÑO desde abajo, así que hice parapeto como pude con la carpeta y salí zumbando con el corazón a tope en cuanto el metro llegó a la estación.

- A los 24 tuve mi primera novia. Andábamos de la mano por el parque de Montjuïc, dándonos algún que otro beso. Notamos que un viejo nos sigue, escondiéndose de vez en cuando entre los arbustos, con la mano dentro del pantalón. Estuvo siguiéndonos durante más de 10 minutos por todo el parque, y llegó a ofrecernos dinero "por hacerle el numerito" y a invitarnos a ir con él al cine.

- Iba paseando a la perra a las doce de la noche. Calle vacía, excepto algunos hombres puntuales que se ven a lo lejos (nunca veo mujeres solas, si hay mujeres a esas horas de la noche van acompañadas de sus novios o van en grupos de amigos). En eso que me cruzo con uno y me dice en voz baja._ "Qué bien lo paseas". Como si pasear un perro de 8 kilos requisiera de un gran entrenamiento técnico. Mi respuesta, el silencio. "Es un poco tarde, ¿no?". Como si a partir de cierta hora, cual cenicienta, ya no pudiera salir a la calle. Mi respuesta, el silencio (porque mientras pienso en posibles situaciones de escape, no me salen las palabras). Sorpresivamente, lo último que me dijo fue: "perdona, eh". Y se fue. Pero allí me quedé yo, asustada e indignada pensando en qué coño piensan para creerse con el derecho a decirme cosas paternalistas a medio metro en voz susurrada.

- Actualmente en mis viajes en bus los findes que me toca trabajar, a veces hay un viejo que siempre se sienta en los asientos de atrás. ¿Para qué? Se pone la mano en el bolsillo y sacad vuestras propias conclusiones. Siempre intento ponerme lo más lejos posible y he llegado a bajar del bus. Pero el cerdo se va cambiando de sitio, y si suben chicas se pone a su lado y busca cualquier excusa para ponerse a hablar con ellas. Una vez una madre viajaba con su hija y le pilló masturbándose, y se puso a gritarle como una loca y amenazándole con llamar a la policía. Su excusa fue que se estaba rascando.

- Volviendo a casa con el bus nocturno, delante mío había un par de tipos que no dejaban de mirarme. Me hacía la dormida para evitar cualquier conversación, pero cuando estaba en mi barrio, tuve que abrir los ojos para saber cuanto faltaba para mi parada. Al instante empezaron a hablarme, que si me invitaban a una copa, que si quería irme con ellos a casa... los rechacé repetidas veces al mismo tiempo que me acojonaba porque llegaba mi parada, un par antes del final de línea, así que tampoco podía esperar que se bajaran ellos antes. ¿Qué haría sí se bajaban conmigo, todo tan solitario a las 5 de la mañana? ¿Y si me seguían hasta casa? Además, iba un poco borracha, así que no iba muy rápida de reflejos. Afortunadamente se quedaron en el bus.

 No recuerdo nada más por el momento, he omitido los "piropos" sufridos por la calle (ahora hace mucho que no me pasa), los roces discotequeros, que te cojan de la cintura para pasar en una discoteca...

¿Os han pasado algunas de estas situaciones? ¿Cuáles son las vuestras?

23 de febrero de 2015

Lo hago por obligación

¿No tenéis a veces la sensación de estar haciéndolo todo por obligación? Y cuando digo todo, es casi todo, trabajo y placer. Llevo ya una temporadita sintiéndome así, y la verdad es que es cansado. Tengo que hacer esfuerzos titánicos para hacer los quereseres de la casa, levantarme para ir a trabajar, cruzar el umbral de la oficina, pero reconozco que también me cuesta salir a correr, a tomar algo, de conciertos... ¿o será que me agobia la gente?

No sé, me faltan horas al día para hacer cosas, tengo ganas de hacer cosas pero son todas en soledad y sin ganas de seguir horarios. Y por eso me obligo a tener vida social aunque preferiría quedarme en casa, pero sé que sino se entra en una espiral de la que es difícil salir... y no quiero empezar a caer en ella.

¿Es que la vida no puede ser una suma de buenos momentos y no tener estas subidas y bajadas absurdas?


18 de febrero de 2015

Mirad los ojos de Lena

Mirad sus ojos



¿NO ES BONITA LA ASIMETRÍA? 

17 de febrero de 2015

No puedo parar el cerebro

El día debería tener más horas. Bueno no, da lo mismo, la cuestión es que si no necesitáramos dormir podríamos hacer taaantas cosas! Y claro, una aprovecha hasta el final, duerme poco y al día siguiete no valgo pa ná. A ver si mejoro, es un propósito que estoy empezando a descumplir, porque el de correr aún sigue, y pronto ya podré hacer carreras de 10 kms... vaya, buenorra que me estoy poniendo. Aunque últimamente me dan mnitaquicardias estando normal, no sé si es el estrés general o el hecho de volver a hacer deporte en serio desde que tenía 18.

Llevaba un mes histérica de los nervios porque se me actualizó la tablet a Android Lollipop y me quedó inservible, vaya, que por fin le he podido poner la versión antigua y ahora va como la seda.
La situación en el trabajo sigue siendo una puta mierda pero he aceptado sobrellevarlo porque tiene más cosas buenas que malas, pero las malas me joden mil y escupiría en la cara a 3 o 4. Además mi jefa está embarazada, como no lo cuente ya sus tetas in crescendo lo harán por ella.

Ojjjj, qué rápido crece la juventú, eclipsa a la Vergara y todo

Llevo un mes en una vorágine de gastos, básicamente porque en semana santa NOS VAMOS A NEW YORK y si el viaje no nos ha dejado suficientemente peladas, va y me compro una cámara de fotos... que ganas tenía, dos años esperando a que saliera un modelo más molón y al final me he comprado la que quería desde el principio.

Tengo un lío de blogs, tuiters y feisbuks a parte de Nosolobollo, que no doy abasto, pero bueno, me siento creativa y esto está bien, si pudiera desconectar el cerebro un rato. E iba yo saltando de web en web y de perfil en perfil y no sé cómo llegué a -OJO- el perfil de la tía con la que me pusieron los cuernos. ¿Cómorl? ¡Danger danger! Sin efectos secundarios y me ahorro comentarios por si hay moras en la costa. Pero está una tan tranquila y en un par de clicks te pueden joder la tarde, oyes.




Pero tengo mis recursos para alegrarme de nuevo, como se puede observar en la imagen adjunta.

12 de febrero de 2015

Abrir la carta

Me queda poco tiempo para abrir una carta que me escribí a mi misma hace un porrón de años. Cuando era adolescente puse todas las chorradas de cómo imaginaría que sería mi futuro preguntándome a mi yo futura cosas  del palo "como fue tu primer beso, como se llama tu novio (JAJAJAJAJJA), qué ha sido de tus cantantes favoritos, etc. para abrirlo... en 2020. Eso se me antojaba lejiiiiisimos, joder, en 2020 tendrás CUARENTA AÑOS! Y mirad que poco falta para 2020...

Soy de la generación que cuando llegó a los 2000 se le paró el tiempo

Y nada, que una de las cosas que quería de adolescente era tener o conocer un amigo negro y un gay, pero por la curiosidad de conocer, no para fardar de amigos gays (lesbiana? qué es eso?). Ahora es más común, pero pensad que cuando yo era pequeña que los chicos llevaran pendientes o cresta era una rareza, y poca inmigración veía por la calle. Así que me preguntaba; ¿Cómo será? ¿qué sentirán esas personas? Me apetecía escuchar un gay, tener amigos diferentes, mi infancia fue muy lineal, poco diversa, conocía las niñas del cole y ya.

Cómo ha cambiado el cuento... ahora... lo soy, cómo iba a imaginarlo de pequeña. Quizá quería un amigo gay no para decirle que no pasaba nada, que estaba bien que le gustaran los chicos, es que simplemente necesitaba un referente porque aunque no lo supiera, me estaba desviando del camino.... hetero.

La primera vez que vi la palabra lesbiana fue en el 88 en una pintada por las paredes de Madrid. "soy lesbiana porque me gusta y me da la gana". No sabía que significaba, pero qué poco se imagina quien escribió eso la visibilidad y el conocimiento que despertó en una cría de 8 años.

Bueno perdonad mi prosa que llevo unas copas de más.