30 de noviembre de 2023

La mujer del tren

Son las 8 de la mañana.


Estoy en un tren y delante mío (son los asientos de esos con mesa) hay una chica mujer con un físico normal.


Ni guapa, ni fea. Ni exhuberante, ni extremadamente sexy. Nada destaca en ella. 


Pero no puedo dejar de mirarla. 


Tampoco está haciendo nada: ni escucha música, ni mira el móvil, ni lee, ni trabaja con un portátil. Simplemente mira por la ventana o al infinito, sumida en sus pensamientos.


Es una chica mujer como yo. Seguramente de mi edad. Camiseta, vaqueros, deportivas. 

Sin maquillaje. 


Quizá debería cambiar "normal" por natural, sencilla.


Detrás suyo llego a ver dos mujeres también del montón, pero van maquilladas, con traje chaqueta, o medias, falda, "arregladas". Además, no se callan. Debería estar prohibido hablar en los trenes a las 8 de la mañana.


No digo que no me gusten las mujeres con falda y maquillaje (meter la mano por debajo de una falda o vestido es uf). Pero no sé por qué la chica mujer de la camiseta me está llamando poderosamente la atención.


Y esto en mí es raro, porque me cuesta un montón aceptar mi edad y mi tendencia era fijarme en más jóvenes (por eso deliberadamente estoy cambiando chica por mujer). Pero estoy fijándome en una mujer que como yo, pasa de los 40.


Será su calma al viajar (no está haciendo nada, sólo pensar) o que hoy en día ver a alguien capaz de no hacer nada se ha convertido en algo digno de admirar.


Leer es sexy. 


Pensar también lo es.


No sabe que estoy escribiendo sobre ella. O que hoy ha sido importante para una desconocida.


Yo en un tiempo me olvidaré de su cara, este escrito permanecerá. No sabré nada de ella, ni su nombre, ni si tiene una vida feliz, nunca más la volveré a ver.


Pero no sé. Tiene un algo que a mí me gusta. 


Espero no tardar mucho en volver a tener la capacidad de que alguien me desperte algo como esta chica y poder ser correspondida.