Cagada total

Sigo aumentando sin querer la familia de juguetitos tecnológicos. He heredado una Blackberry de mi cuñado, con lo cual, POR FIN, ya no puedo decir que no tengo whatsapp. Eso sí, como sigo sin tarifa de datos (paso de pagar más) sólo lo usaré cuando haya wifi. Así tampoco me engancho al móvil, que ya tengo suficiente con el ordenador y la play.

Hoy he amanecido con LaMoza y hemos ido a comer en un restaurante del barrio que está bastante bien. En realidad, hemos ido porque hay una camarera que clichamos el otro día, que está rato buena. Tiene la expresión de Lena Headey pero ojos y mandíbulas de Angelina Jolie, para que os hagáis una ligera idea de lo macizorra que está. Pero...

Pues será que la señorita los lunes no trabaja, cosa que temíamos. Nos ha tocado el único camarero macho del local. Habrá que volver domingo, que sabemos que hace turno, por lo menos de mediodía sirviendo cafés. Aún recuerdo cuando LaMoza se pidió uno y se lo tomó en la barra donde estaba la camarera mientras yo me congelaba en la terraza.

Así que como no podíamos hacer deporte porque estoy lesionada, al volver del chasco hemos jugado a la play. Una de las ventajas La única ventaja de que LaMoza sea del Madrid, es que por primera vez en mi vida no tengo que pelearme en el Pro por coger al Barça. Como le llevo unos años de ventaja de práctica (y no sólo en eso, -se ha encargado de recordarme la cabrona-) cada vez he ido bajando de nivel a ver si conseguía ganarme: Madrid-Barça, Madrid- Levante, Madrid-Equiposqueniensucasaconocen, Madrid forma física al máximo-Equipo desconocido con forma física al mínimo... hasta que le digo:

N: ¿Te imaginas que coges al Barça y me ganas?

Y así ha sido. Y no me he dejado ganar. Yo no me hubiera cogido al Madrid ni loca, pero ella es más abierta de mente en estas cosas.