29 de octubre de 2012

La muerte

Hace dos días tuve un sueño de estos vívidos, que cuando te despiertas te cuesta casi todo el día discernir si era real o si había sido sólo un sueño.
En realidad fue una pesadilla. 
Aparentemente era un día cualquiera de mi vida cotidiana, sana, feliz... y de repente me llega la noticia que tengo cáncer. Cáncer de tiroides, concretamente. Primero me lo tomo con la reacción típica de shock y media sonrisa de "venga, va.. es coña..." pero al poco me di cuenta que era verdad y me pasé todo el sueño buscando una solución, implorando a mi madre qué podía hacer, no podía ser, me iba a morir en pocos días seguramente aunque físicamente estaba en buena forma, todavía tengo muchas cosas que hacer, le decía... pero todo el mundo me miraba con cara de compasión expresando que no había nada que hacer. Un sufrimiento de sueño, que por suerte, se queda en eso, en sueño. Almenos hasta el miércoles, que recojo unos análisis, estoy como un roble.




Qué miedo a la muerte, ¿no? De pequeña tuve una época bastante larga de estar aterrada por ello, sobretodo cuando mis padres se iban de viaje y me dejaban con mis abuelos. Qué grande era aquella casa. ¿Y si no volvian? ¿Y si se morían en el viaje? ¿Y si yo me caía por un precipicio? ¿Y si me atropellaba un coche?

Ahora hacía muchos años que no volvía a pensar en ella. Pero cuando se está en buena época, con muchas ganas de hacer cosas, supongo que es inevitable. Quiero tener tiempo para hacer todo lo que quiero hacer, no sé si lo tendré, y eso me angustia. Soy cada vez más consciente que en cualquier momento, flas, puedes quedarte en el intento aunque seas superman. Que en cualquier momento te puede tocar, aunque seamos jóvenes y sanas. Una de las razones por las que no quiero hijos es porque no quiero verlos morir.

Y hoy vuelvo de la residencia donde está temporalmente mi abuela. Mañana cumple 90 años. No es ni la sombra de lo que fue. Dice que para qué estar así, que si por ella fuera, se tiraría por la ventana, pero ni eso puede hacer (va en silla de ruedas). El panorama es desolador. Los demás abuelos están adormecidos en sus sillas, seguramente por la medicación, o porque ya se están cansando de vivir. Irse y dejarla allí es deprimente

Sí, vivir mucho, pero llegar al final... ¿en qué condiciones? 

Ojalá pudiéramos elegir. Morirnos cuando quirsiéramos, ni demasiado pronto ni demasiado tarde.

13 comentarios:

Blau dijo...

Nosu, ayer estaba un poco como tú. Hablé con mi tía P. tiene 80 años y en agosto se le murió un hijo con 54, lo lleva mal. Me dió repaso del resto de las tías y la mejor que está es mi madre, que ya murió :-(

Niña, a vivir que los años pasan volando.

Juli Gan dijo...

Esos miedos son naturales en el ser humano. ¿Pero a qué tenemos miedo a la muerte o a la forma de morir? Que no es lo mismo enterarte que sufrir una lenta agonía. En fin, ya se pasará (Espero)

ISA dijo...


Miedo, lo que se dice miedo a la muerte hasta ahora no lo tengo.
Lo que si me aterroriza y tener pesadillas como la tuya es quedarme imposibilitada y no poder valerme por mí misma.
Es un pensamiento que he tenido desde siempre, no me preguntes por qué, porque ni idea, y además soy incapaz de aceptarlo.
Lo que si he hecho, hace años, es afiliarme hace años, nada más fundarse, a la DMD, repetírselo a mis hijos y a S., digamos, 2 ó 3 veces al año y tener todos mis asuntos legales resueltos. Es decir: testamento.

Bruja Truca dijo...

A mi también me pasa. Supongo que a todos nos pasa, es lo más normal. Si no fuera porque los mortales tenemos miedo a lo desconocido, a la muerte, la gente no se habría "inventado" a Dios. Pero aunque sea una tontería a mi lo que más me aterra no es morirme sino que pase eso de que el corazón te va tan lento que es imperceptible, te entierran y te despiertas en el hoyo o en el horno. Calla, calla.

Tatana dijo...

Yo le tengo dicho a mi mujer, q la 1º en morirse quiero ser yo.
Y espero q sea de de la manera mas rapida posible, sin esa decadencia y dependencia q generan las enfermedades.

besitos

Unknown dijo...

No es casual que tengas ese sueño ahora. Somos cíclicos y está a la vuelta de la esquina el día de todos los santos...
Por otra parte, la relación con la muerte es cultural y es verdad que aquí en España la muerte se vive con más miedo y angustia que en otras partes... trata de racionalizarlo...

besos

Anónimo dijo...

Yo creo que más que miedo a la muerte, se debería decir miedo a perder la vida.

A.Blume dijo...

Opino como JuliGan, quizás, más miedo a cómo morir que a la muerte. Porque total, si no te enteras, luego no te vas a arrepentir de no haber hecho lo que no has hecho, porque no tendrás consciencia. O sí..... http://www.youtube.com/watch?v=wF7HXI-fKmc

Tuki dijo...

Yo lo que es miedo a la muerte como tal no tengo. Tengo miedo al como como decía Juli Gan.
Me da miedo que cuando llegue el momento me de tiempo a pensar las cosas que no me dio tiempo ha hacer. Y también que se mueran los que me rodean.

Somos Humanos el miedo es parte de nosotros, y en este caso nos toca combatirlo viviendo.

Nosu dijo...

no, no, miedo a las dos cosas. A cómo morir, evidentemente.
Y a la muerte en si misma, porque te imposibilita seguir haciendo las cosas que haces en vida.

Por eso mejor en el horno, no fuera caso que nos despertáramos en el hoyo... y así no ocupamos espacio

Juli Gan dijo...

Cierto, porque el único que no le tenía miedo a la muerte era Antonio Molina. Nos tendremos que hacer mineras. Jaaaaajajaja (Y esta es la chorrada de hoy)

Any_Porter dijo...

Curioso... Yo en lugar de tenerle miedo, siempre he tenido curiosidad por saber qué me esperaba al otro lado. Pero tengo toda una vida para disfrutar antes de comprobarlo, por supuesto.

Dicen que cuando sueñas que alguien muere le estás regalando tiempo de vida... Será que te quieres mucho ;P

Biquiños desde la capital.

Utopia dijo...

Yo tengo un familiar con cáncer y quizás por eso veo a la muerte bastante cercana, tampoco me obsesiona pero es algo de lo que nunca me había preocupado hasta ahora.
Y tienes razón, algunas residencias de ancianos son bastante deprimentes. Hay gente que está más o menos bien y sale, se da una vuelta y mantiene una vida más o menos activa pero luego ves a otros... Es curioso el contraste de la gente que muere demasiado pronto y los que lo hacen demasiado tarde.