16 de diciembre de 2014

Drogas legales

El alcohol saca lo peor de nosotros mismos. Ese momento en que estás más lanzada, que todo es ji ji ja ja mientras arreglas el mundo con tus amigos alrededor de unas cervezas, es un buen momento. Pero es un momento "virtual". Eres más lista, más guapa, con más morro, no tienes miedo a decir ciertas cosas porque no mides bien las consecuencias. Casi todo el mundo hemos buscado, y buscamos de vez en cuando, ese momento "chispilla" en el que hacemos un ensalzamiento de la amistad y nos sentimos más sinceros que nunca. Es lo que tiene la droga, la recompensa.

Aaahmigas, pero luego viene el bajón. La resaca. Es fácil cruzar esa línea comunmente llamada como "puntillo" con "me he pasado con la bebida, pero aún controlo". Es decir, no llegamos a la inconsciencia ni a esos niveles denigrantes de no recordar nada, pero nos sentimos mal hasta con nosotros mismos, que no valemos nada, lo opuesto a horas antes.
La resaca suele ser física (dolor de cabeza, de estómago, desórdenes intestinales...) pero jode también cuando es emocional. Nos arrepentimos de lo que hemos dicho, de lo que hemos hecho, magnificamos lo que nos han dicho y que no nos ha gustado. Pero aun así, volveremos a caer en el mismo error la próxima vez que bebamos de más. Yo de cagadas de estas, he hecho muchas.

Hoy el resentimiento me ha durado un día entero. Es una resaca que es pero que termine cuando me meta en la cama.Todo el día he tenido este sentimiento destructivo, estoy de muy muy mala leche. Estoy cabreada de cosas que se dijeron ayer entre cervezas, pero sé que es porque lo magnifiqué y me lo tomé como algo personal, aunque en ningún momento atacaran mi persona. Puedo percibir como me ven las personas que en ese momento tienen menos alcohol en sangre que yo, y no me gusto nada. No me gusta que me aflore ese lado oscuro, no me gusta la actitud de no me importa nada, me siento ridícula. No me gusta perder el control de las emociones. Enfrentarme cara a cara con instintos primarios.

Y es que una no es perfecta ni tan lista como algunas creen.

7 comentarios:

Blau dijo...

Nosu, es lo que tiene los excesos, pero no pasa nada, ayer es ayer. Hoy vuelves a ser perfecta y lista. ;-)

María dijo...

Seguro que, sin alcohol, tienes mucho de buena.

La vie en Rose dijo...

Que aburrido es eso de ser perfecta y estar todo el día guardando la compostura! Seguro que no ha sido para tanto y, si ha sido, mañana será otro día!

Hei Jei dijo...

entonces el sábado nos emborrachamos o no? xD

Tuki dijo...

A veces nos empeñamos en ser tan perfectos que solo cuando nos emborrachamos decimos lo que pensamos... y claro luego nos arrepentimos... Por eso debe ser que yo siempre procuro beber poco.
Déjalo pasar, el alcohol es un gran amigo hasta que deja de serlo, y así de rápido suelen ser sus consecuencias

Roux dijo...

Bueno, es verdad lo que dices, con dos copas decimos cosas que después no pasarían la prueba del nueve., pero lo peor es cuando has tenido esa sensación sin haber bebido nada. Sensación de haber pérdido las formas y los papeles y delante de gente...en fin vendrán bien las vacaciones!!!

hiro dijo...

Cuanto más años tengo, peor es el día (o días!) post-borrachera. Así que cada vez bebo menos... (¡quién me ha visto y quién me ve!)
La de veces que me he arrepentido que lo dicho durante estados etílicos... Pero después de la resaca también viene el olvido. Y lo pasado pasado está ;)