23 de febrero de 2015

Lo hago por obligación

¿No tenéis a veces la sensación de estar haciéndolo todo por obligación? Y cuando digo todo, es casi todo, trabajo y placer. Llevo ya una temporadita sintiéndome así, y la verdad es que es cansado. Tengo que hacer esfuerzos titánicos para hacer los quereseres de la casa, levantarme para ir a trabajar, cruzar el umbral de la oficina, pero reconozco que también me cuesta salir a correr, a tomar algo, de conciertos... ¿o será que me agobia la gente?

No sé, me faltan horas al día para hacer cosas, tengo ganas de hacer cosas pero son todas en soledad y sin ganas de seguir horarios. Y por eso me obligo a tener vida social aunque preferiría quedarme en casa, pero sé que sino se entra en una espiral de la que es difícil salir... y no quiero empezar a caer en ella.

¿Es que la vida no puede ser una suma de buenos momentos y no tener estas subidas y bajadas absurdas?


3 comentarios:

M dijo...

Sería genial estar bien siempre pero es cierto que necesitamos de esas bajadas para apreciar los buenos momentos.
Ánims!!!

María Jesús Fernández dijo...

Si el cuerpo pide algo, es por alguna razón. No pasa nada por parar un momento, porque si hasta el ocio se convierte en una obligación, mal vamos!!!! Ya estás metida en una espiral, en la que no lo escuchas.
Un saludo y ánimo!!!!!

Blau dijo...

Nosu, que estas esperando para la próxima actividad que vamos hacer? ya tienes el paseo modernista????