Transición vacacional

Era evidente que a la que tuviera acceso a blogger, iba a escribir algo, aunque desconectar un mes no estaba nada mal. Pero tengo tiempo libre, ganas de escribir... así que ¿por qué no? En estos días he tenido tiempo libre, he pensado, básicamente en placeres, así que intentaré reproducirlos ahora, a medida que me vayan viniendo.

He visto, oído y olido sitios preciosos. Hecho cosas nuevas. Infinidad de verdes, azules, blancos y grises. He hecho lo que me apetecía hacer cuando me apetecía, es lo mejor y sienta genial para la salud mental. He leído. Aprendido. Me he centrado más en sensaciones, que en pensamientos. He soñado mucho. Sueños normales, sueños tristes, sueños eróticos.

Cada vez me siento más yo.

Siento que he cambiado a lo largo de este año de aprendizaje y en estos útimos días he sido más consciente.
Me he compenetrado de fábula con amigos, he estrechado lazos, he aflojado algunos. He visto tías buenas que no veré nunca más. Me he sentido libre, a pesar de estar con gente. Regreso a mi casa y ya no siento esa libertad y no me gusta adptarme a sus horarios, costumbres y control inconsciente. No quiero volver a la rutina pero aún tengo unos días para decir: "lo pienso luego", ahora voy a pensar en cosas que me den calma.
A veces pienso en ella, porque es imposible dejar de pensar y vuelve sin querer. Aún duele pero hay que esforzarse por dejarlo en el pasado. Cuesta reconocer que aquella vida que llevaba no vuelva nunca más.

Esta mañana creo que es la primera vez que sueño que estoy teniendo un orgasmo y despierto con uno, sin hacer nada. ¿Era sueño o realidad? Una vez despierta del todo me he asegurado de hacerlo real. Echo de menos alguna piel. La putada es pensar en las más recientes que he probado.

Aquí hace mucho calor, a ver si vuelvo a huir para estar más agusto.