Tacones lejanos

A mí la visión de lo siguiente suele gustarme:

Así que estando de fiesta, cuando percibí que detrás mío unos tacones de aguja y un culo querían subir al podium, hice ademán de intentar ayudar, pero Jei me quitó de mi realidad distorsionada (por la oscuridad, alcohol, cansancio, llámalo X) y me dijo "¡ni se te ocurra!". Al parecer la señora tenía oscuras intenciones conmigo y evidentemente nada tenía que ver su ropaje ni físico con la chica de arriba. A veces olvido mi atractivo natural, aunque Cris (qué poco tiempo compartimos, jodía!) se encargó de recordármelo al más puro estilo Arturo Fernández.

A partir de ahora, todo sucedió en un minuto, pero mi percepción del tiempo fue de una hora por lo menos:

A los dos segundos, la "amiga" que la había hecho subir desapareció del podium, así que para poder bajar la pobre señora me pidió ayuda y esta vez no pude escaquearme. Le ofrecí el brazo, saltó con las dos piernas a la vez a dos centímetros de mis pies y en ese momento no lo vieron las demás, pero se me saltaron unas lagrimillas por el rabo rabillo del ojo al recordar que la presión que ejerce un tacón de aguja es mayor que la pisada de un elefante.

La mujer siguió con su táctica LSL de ligue, después de la caída se tambaleó un poco y fue cayendo hacia atrás separándose de mí, impasible ante la escena teatralizada. Quizá los taconazos y el acohol sí que la estaban haciendo perder el equilibrio de verdad, así que cuando estaba a un metro finalmente le ofrecí el brazo, que no la mano. La pobre se agarró a su salvación, y no se me ocurre otra cosa que soltarle: ¡QUÉ FRÍA ESTÁS! Y girarme. "es el cubata.." intentó explicarse. "Es que mujer, cómo se te ocurre ir con esto... le dije. Y pensé: Estás en un bar de bolleras, ponte, no sé, esto...

Y Pinda, que hacía mucho que no salía y estaba de un gran inspirado, le puso título a este post que ya se estaba gestando en la cabeza de Jei después del suceso.

Además conocí a Evita (que no sabía de su existencia) y a la "Poochie", que apareció en escena en nuestras vidas debido a aquel antro que era el NoSoloChat, hoy muerto gracias a las malditas redes sociales. Con lo bien que lo pasábamos...

La no-soltería ya no es excusa para no salir de fiesta. Hay que recuperar la esencia de la pandilla basurilla.