23 de marzo de 2018

Cosas que nunca te diré

- No te lo había concretado, pero el chico que te dije con el que me lié cuando estábamos juntas era mi compañero de trabajo, tal y como me decías que pasaría.

- No me sorprende. Por la forma en que se comportaba contigo y me explicabas cosas de él, estaba claro. No nací ayer.

He conocido alguna otra como tú. Tenéis un magnetismo especial, gustáis a las personas, gustáis a todo el mundo, dejáis que os quieran. Ahora, cuando llega el momento en el que alguien quiere entrar aquí -le señalo y toco el corazón con el dedo índice- no sois capaces de aceptar que alguien os quiera de verdad. Que alguien vea vuestros defectos y os quiera con ellos. Es mejor alegar que vuestras mierdas os las tenéis que comer vosotras mismas, como si nos hiciérais un favor obligándonos a marchar. Pero es que también os queremos con esos defectos que hemos empezado a vislumbrar.

Aun así nos quedamos un buen tiempo cegadas de lo estupendas que sois y el falso perfect match que teníamos. Enamoráis a la gente y luego no os queréis responsabilizar de dar amor, sólo queréis recibirlo mientras no ven esas mierdas que dices.

Eso es un poco egoísta, ¿no crees?

5 comentarios:

Juli Gan dijo...

Yo huiría de ese tipo de gente como de la peste.

Nosu dijo...

lo malo es que aveces se detectan tarde...

calcetinrayado dijo...

nunca es tarde, siempre estás a tiempo de reaccionar ;)

dEsoRdeN dijo...

...egoísta, y/o cobarde. He conocido a varias así

Anónimo dijo...

Ah, esa personas magnéticas que no saben querer, que nos ciegan pq les gusta nuestra conversación, nos hacen regalos, nos llaman, nos besan, pero... a la larga son muy nocivas.