14 de enero de 2017

Te haría un rincón

Te haría un rincón en esta cama pequeña para encogerme a tu lado.
 
Te digo ven, si quieres. Si puedes. Si tienes cinco minutos o la noche del sábado o el domingo entero. Si no hay ningún condicional -pongamos por caso un ayer de los que pesan, un hoy compartido, un mañana donde quieras escribir otro nombre - que te cierre el paso. Que quisiera desnudarte y desnudarme y vernos como somos, por dentro y por fuera. Y hacernos el amor como quien se hace una casa para vivir una noche. O trescientas. O cinco mil. O ninguna más, no importa esto ahora.
 
De verdad que te lo confesaría, que me atraes y no sé muy bien por qué. Que quisiera tener tus labios en los míos, y que existieran las cuatro manos lentas, lentísimas. Los dos cuerpos a punto de temblar, la voz cerca del cuello y una palabra a medio decir. Y todo tu tú y todo mi yo. Y un nosotras que aprendería a serlo.
 
Te lo quisiera decir sin tener que decir nada. Quizás por miedo a que un silencio tuyo, hipotético pero posible, se pareciera demasiado a un no. Y que este rincón de la cama se hiciera grande de golpe.

Gemma Ventura



Fuente



Me gusta cuando encuentras un escrito que te habría gustado escribirlo a tí porque refleja 100% lo que sientes. Pues así estoy ahora.

Señoras, les presento (además del trabajo) la segunda (o primera) causa de mi ansiedad. Conocí una chica y comenzamos una especie de relación. Digo especie porque es una relación en sí, pero huimos (huye) de todo lo que tenga que ver "pareja" y "compromiso" (chorradillas diarias como dejar un pijama en casa, conocer amistades mútuas, etc, no hablamos de casarse o ir a vivir juntas). Y estoy en ese punto que quiero abrirme en canal pero percibo que ella no, no sé si porque no está en el mismo punto o porque se sigue engañando a sí misma y no acepta que joder, le encanto demasiado y está acojonada.

Y es una putada no estar en el mismo punto. Y más no saber si lo estás, necesitar decirlo pero temer al mismo tiempo una respuesta negativa que te aleje de la otra persona.

Me adelanto a vuestro comentarios diciendo que sí, que soy muy correspondida. Qué sé lo que quiero de esta relación. Que no quiero perderla pero a la vez me mata por dentro no poder expresarme 100% para no agobiar a la otra persona.

Y mi cuerpo se rebela con ansiedad, frustración y se relaja en forma de lloros.

Lo sé, trabajé mucho para que esto no volviera a suceder. Trabajé muchos años en contra de la dependencia física y emocional. Contra esta necesidad de compartirlo todo con la otra persona, de su cuerpo, de sus mensajes de móvil. Pero ha vuelto a aparecer. Y me da rabia. Me da rabia porque la cabeza me dice una cosa y el cuerpo otra. Me da miedo no poderlo controlar. La teoría me la sé, mucho, muchísimo.
Me da rabia que algo que podría ser precioso por culpa de comidas de olla sea algo que también duela.


16 comentarios:

Hei Jei dijo...

Así, visto desde la distancia y no implicada emocionalmente solo me sale: qué pereza! Peeeero, estando en el ajo, sólo se me ocurre decirte: y para qué quieres el blog, jamía si no es para soltar estas ralladitas ;)

pd: tenimos birra pendiente y yo ya estoy disponible :D

Anónimo dijo...

Guapa! Bella! Maravillosa! Increíble! Esa chica no sabe todo lo que se esta perdiendo, pero en fin. Tu haz tu camino y que sea lo que sea. Eres awensome!

Blau dijo...

Querida, ya sabes mi opinión. Eres una mujer preciosa, por dentro y por fuera, adicionalmente, inteligente y divertida, debería adorarte!!!. Sin embargo, entiendo que a veces no tengamos la suerte de coincidir en tiempos con la persona que nos gustaría compartir la vida.
Así que solo te puedo decir que el tiempo pone todo en su lugar. Paciencia, si apuestas a ganador con esta chica.

Letras de Salitre dijo...

Yo es que para esto de aconsejar en temas amorosos soy pésima. Entiendo que tengas la necesidad de decirle todo lo que sientes, pero también el acojone de que esa venida arriba la asuste. Supongo que es muy difícil tener la certeza de lo que piensa o dice esa persona, sino seríamos adivinos más efectivos que Aramis. Nunca sabremos si dar un paso o no va a beneficiar o perjudicar. Así que vive el momento, lo demás seguro que llega solo.

José A. García dijo...

Los corazones nunca van a la par, lo que importa es, al menos, estar mirando en la misma dirección.

Suerte,

J.

hiro dijo...

Ya podemos tener la teoría bien apredida, que cuando llega la pasión se encarga de ponerlo todo patas arriba.
Jode mucho cuando la otra persona no está en el mismo punto que tú. Solo se puede tener paciencia y esperar que ella te alcance antes de que te canses de esperar.
(Només sé que et va canviar la cara i l'energia quan va aparèixer l'altre dia).

Nosu dijo...

vaya, gracias, anónimo que no sé si es tan anónimo!

Nosu dijo...

Bendito blog!
Ya nos ponemos la día, ehhh

Nosu dijo...

Me adora, aunque no sé si espera lo mismo que yo. y madre mía, siempre el maldito tiempo!

Nosu dijo...

mmm... sólo quiero vivir el momento, lo que pasa es que a la que se empieza una a implicar emocionalmente , no sé por qué hay esta necesidad de etiquetarlo todo!!

Nosu dijo...

Sabias palabras. Espero que la dirección sea la misma. El tiempo dirá

Nosu dijo...

Ya ves... me ha descolocado bien bien. Intentaré tener paciencia, a ver si mi cuerpo va a la par.

(Sí... potser se'm nota massa jajaja)

M dijo...

Solo darte muchos ánimos, que sigas teniendo paciencia, que no te lo guardes todo para ti. Desahogate, comparte tus comeduras de tarro tal como haces. Y si un día no puedes más, hablalo con ella. Tal vez al principio se asuste, se vaya pero en el momento que tome conciencia de lo que siente...vuolverá. ¿Porque esconder lo que es obvio?
Una abraçada molt forta

Nosu dijo...

gracias guapa, intentaré expulsarlo como pueda para tener más paciencia. Espero que el cuerpo no me traicione. Y sino... que tenga lo que tenga que ser....
(vuelve al bloooog)

Ripley dijo...

cuando una dice las cosas en alto, digase mediante el blog, ya ha dado el primer paso, así que encontrarás tu camino y tu sitio en esa relación.

Nosu dijo...

muchas gracias Ripley, de verdad