Asco de salud

La verdad, ya no sé qué más hacer. Yo aparentemente tenía una vida normal, pero no sé qué hago para pillar todos los resfriados e infecciones, últimamente. Quien me lea a menudo sabrás que me he pasado medio invierno (y lo que no es el invierno) con fiebre, pus a tope en las amígdalas, perdido billetes de avión por culpa suya, estoy de hongos y bacterias hasta en el coño... literalmente.

Pozí, después de aparentemente haber terminado mi tournée por dermatólogos, ginecólogos, ecos mamarias, análisis de sangre, farmacias para cosas sin receta... vuelvo a tener un amago de anginas: fiebre, pus, dolor de huesos y afonía total. Estoy que me subo por las paredes, desesperada, no sé qué hacer para no pillar más. Que ya me abrigo, que si cosas no muy frías, en fin. Si ya no puedo ni salir un día de fiesta porque me pongo fatal...

Creo que pasaré a la vida ermitaña. Me da igual lo que digan mis niveles de leucocitos, me debo generar estrés de alguna manera, porque por el trabajo desde luego no estoy estresada.

Y ahora me ha dado por comprarme una motoreta, porque desde que ya no coincido con tías buenas en el bus, mi vida no es la misma. Vale, estoy hasta las narices de tardar una hora para un recorrido de menos de media. Pero siempre he sido una acojonada de las motos, y aunque sea un cutre ciclomotor me siento desvalida.
Primero intentaré conducir una, y si me atrevo, quizá me lo piense...


A ver si gano esta noche los virus para no perder de nuevo los billetes de avión de este finde. EStoy harta.