Más cosas nuevas

Quizá el lunes es uno de mis días preferidos, porque o libro o tengo fiesta por la tarde. Y es genial ir con otro ritmo cuando el resto va estresado trabajando. Ahora estoy tumbada en el sofá, con la ventana abierta y disfrutando de los ruidos de la calle, pájaros y una orquesta de barrio. Debe haber alguna residencia y hacen baile. Me imagino a los viejecitos bailando a su ritmo y pasándolo bien.

La verdad es que a veces no nos damos cuenta de la cantidad de cosas nuevas que podemos hacer, tengamos la edad que tengamos. Este finde he hecho dos: una ha sido pasar más de dos horas seguidas con una persona de casi 3 años. Definitivamente, aún me queda mucho por hacer antes de dedicar casi las 24 horas a otro ser tan dependiente, si algún día lo tuviera, aunque haya momentos de recompensa impagables.

La segunda ha sido conducir una moto. Por fin he podido practicar para ver si me decido a comprar un ciclomotor o no. Fue muy bien, no tuve nada de miedo, aunque no es lo mismo ir por un parking vacío a meterse en medio del tráfico. A ver si a la próxima me atrevo, pero empezaré a mirar precios y modelos de segunda mano.

Y para terminar, ¡ya tengo billetes y destino para este verano! Me voy pa Escocia.