1 de septiembre de 2010

Cenas de reencuentro

Encontrábame yo ayer insómnica perdida ante el terror del primer día de trabajo (estoy viva) y me dio por pensar que empieza el estrés de encontrar fechas para quedar con los diferentes círculos de amistades. Es que todo el mundo tiene prisa por quedar antes de vacaciones, pero después también, para contar lo estupendísimamente que se lo han pasado en Punta Cana y lo bien que lo has pasado tú quedándote en la ciudad (bueno, este año no me quejo que he salido, pero solía ser así).

Y de ahí salté al Facebook, culpable de esas cenas con excompis de cole, habitualmente, que hace 15 años que no ves. Ahora me pregunto qué hacen abultando mi lista de amigos toda esa gente. Hace casi dos años hicimos una, creo. Me hacía ilusión, la verdad, pero luego te paras a reflexionar y esas cenas no son para fracasados. Y sino, aparenta. Bueno, fracasados en el sentido que entiende la sociedad tener éxito, cosa con la que no estoy de acuerdo pero a veces la presión social es muy fuerte, pa qué vamos a engañarnos.


Son cenas en las que se cuenta cómo te fue la boda, o qué día te casas y oye-dame-consejos-y-qué-fotógrafo-contrataste-y-dónde-fuistéis-de-luna-de-miel. Uy-donde-cristo-perdió-la-alpargata-pero-es-precioso-tienesqueiryovoyavolver.

Son cenas en las que puedes contar que uf, nos ha jodido la hipoteca la subida del euríbor, pero que contentos que estamos que tenemos piso propio aunque sea de 40 metros. Y lo hemos decorado la mar de mono, donde caben dos caben tres y no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita.

Son cenas en las que puedes contar que tras hacer el doctorado en el extranjero ahora tienes trabajo en un laboratorio y te va de lujo, o que qué pesado son tus alumnos y los kilos de exámenes que tienes por corregir.

Son cenas en las que puedes enseñar la ecografía 3D del feto que llevas dentro y te comenten que tiene la nariz del padre y tus orejas. (No recuerdan los tiempos de colegio cuando nos insultábamos diciéndonos feto). O en su defecto enseñarte las fotos del bautizo del primer hijo.


Creo que ahora mismo yo no tendría nada que contar en esa cena en caso que se hiciera una y me sentiría más perdida que un hijoputa el día del padre.

6 comentarios:

Amparo dijo...

Si fuese por mí... preferiría mil veces lo q tú tengas q contarm, q seguro es muuucho más interesante q las necedades q dices suelen contarse.

Qtal la reincorporación al trabajo? A mí me ha ido... q no es poco xD

Bsus de Amp

YoMisma dijo...

Siempre se puede inventar... digo yo :)

Y te queda el chinchorreo post-cena!

jaja

Saludines,
YoMisma

Hei Jei dijo...

peeeeeerdona, pero a mí me conquistarías sólo con decirme que puedes llevarme a las estrellas (planetarium) cuando quisieras ;)

El rincón del Morse dijo...

La verdad q tienes razon, el estress de las quedadas con los distintos amigos.

Y las cenas de colegio de exalumnos, yo la verdad, que oportunidades he tenido de ir, pero para escuchar las tonterias que tu dices, pq todas son iguales, en tu Barcelona o en mi Sevilla, que ademas la mitad mas una de las cosas q te cuentan son exageradas, pues como que paso, pq acabas de mala hostia y diciendo, Que coño hago aqui, si encima tol mundo me cae mal, y los odio a partes iguales jajaja.

Espero que tu vuelta al curro te haya ido bien.

Besitos. Fher.

LA DESGRACIÁ dijo...

Pe..pe..pero si las bolleras somos la atracción de la fiesta!!! Cuando te pregunta : ¿Y tú te has casado, tienes hijos? Dices.. no, pero supongo que algún día encontraré a la MUJER de mi vida. No sabes lo divertido que es. Sobre todo si como yo estudiaste en un colegio de monjas.

bss

Nono dijo...

je, yo tuve esta misma reflexión hace cosa de un año con una de esas cenas de ex-alumnas, al final la cosa no fue tan mal, eso sí, me rodeé de amigas solteras, y/o casadas sin hijos, con ganas de marcha :P, de otro modo no hubiera sobrevivido ;)
Saludos Nosu.