Ya soy tía

Como decía, aunque quieras aislarte del mundo no puedes, porque la vida sigue su curso... ya han nacido mis sobris! Así que, el hecho de que no salir de cena y fiesta ayer (y mira que la oferta era buena, pero estaba cruzá, tiene que ver con el rollo ese de la protección en mi nido y tal), me permitió pasar la tarde y parte de la noche en el hospital viendo los 2 peques y acompañando a las mamas. Luego vinieron dos mamas más. Bromeando comentamos que esa habitación era la de la diversidad, al lado una musulmana y en nuestra parte 4 madres lesbianas y yo. Estoy contenta, ahora quiero que sean un poco más grandes porque con esas cositas tan pequeñas no sé ni qué hacer! A ver cuando los mandan a casa.

Se está terminando el finde. Aunque he estado asín-asán (me lo acabo de inventar), no he tenido que estar especialmente pendiente de nadie y más tranquila. Creo que de aquí poco ya tendré fuerza para coger el toro por los cuernos. He de pasar al plan B ya. No sé cual es pero sé la finalidad. Aunque tenga que acudir a alguno de esos libros que a veces tan poco autoayudan. Pero si no puedo agarrarme a una teta, magarro a un libro. Hoy es la última noche que me permito soñar con mi ex (ojalá pudiera controlarlo, asumir que hay preguntas que nunca tendrán respuesta y ni siquiera pensar en preguntarle), la última vez que leo su blog (NUNCA MAIS JODER, SOY IMBÉCIL) y el último día que me cojo cabreos por plantones de A. Mujeres, ¡¡¡¡¡salir de mi cabeza!!!!!! (las reales, yo seguiré con mis fantasías platónicas que esas no duelen).
Y a ver si se me va la regla que sólo me falta ésta para estar más gilipollas. Si alguien ha encontrado el sentido biológico/evolutivo de que duela tanto, que me lo cuente.

Creo que me quedan 3 días para socializar un poco, porque el 18 sale el tercer libro de Stieg Larsson y en una semana no me verán el pelo... con el segundo casi me dan varios chungos. Y no se puede dejar un final así! Qué estrés.