12 de febrero de 2010

Hace un frío de la hostia

Y el frío me pone de mala leche porque no puedo hacer nada. Esa sensación de congelación facial por muchas capas que lleves, es fatal. Como llevo toda la semana resfriada, el cabreo se ha convertido en resignación y la semana me ha pasado superlenta, en mi burbuja mucosa. He vegetado todas las tardes y marujeado lo que me ha permitido el trancazo, conclusión: la casa da pseudopena. Mañana aún hará más frío, aunque espero y presiento que pasaré un finde bien calentita.

Ayer me quedé un poco tocada, porque en el trabajo a veces tengo que tratar con  grupos con discapacidad psíquica, y es duro, vaya si es duro. Hay dos colectivos que me cuesta mucho tratar: ellos y los ancianos. Si son yayos enrollados mola mucho, son como niños, aunque suele haber alguno que me recuerda a los míos que ya no están y me pongo triste. Pero si son más dependientes... me dan pena, que no lástima, los percibo muy frágiles y envueltos de tristeza.

Con los discapacitados sucede que no sé empatizar con ellos, no sé cómo es su realidad. Depende del grado de parálisis cerebral, no hay ni una pista vocal, ni una mirada, ni un movimiento, nada. Cómo saber cómo se está sintiendo en ese momento? Si lo que estoy haciendo es útil? No lo sé, pero cuando terminé con ellos, no me saltó la lágrima de milagro, con la sensibilidad a flor de piel. Hay que ser de una pasta especial para estar con ellos, admiro a sus acompañantes, aunque deben terminar el día agotados psicológicamente.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

LA PAUSE HA SIDO CORTA...MEJOR!
SI TE SIRVE DE ALGO...TÚ TRÁTALOS COMO SI TE ENTENDIERAN PERFECTAMENTE, CON CARIÑO Y SIN MIEDO. aUNQUE NO EXPRESEN...CAPTAN.
BUEN FINDE CALENTITO

Hormiga dijo...

volviste! bien!!!

A.Blume dijo...

Por cómo lo cuentas sí que debe ser duro, sí.

Any_Porter dijo...

Es realmente duro. Y sí, acaban psicológicamente agotados... Pero con la sensación de haber ayudado, de haber hecho por un día la vida de esas personas un poco mejor. Si te vuelve a tocar, trátales como a una persona normal. Es fácil empatizar con ellos, a veces mucho más fácil que con el resto del mundo. Simplemente no tengas miedo, no te veas tan distinta. Los sentimientos son iguales para todos, por muy distinto que veamos el mundo, por muchas limitaciones, por mucho que no recibamos un feedback... Simplemente trátales como te gustaría que te tratasen a ti, sé amable... Y ellos se sentirán agusto contigo. Y por supuesto tú estarás mejor con ellos. Y llegarás al final del día con una sonrisa en la cara, en lugar de con la sensación de tristeza.

Biquiños, niña.