Pensar mucho es malo

Ya lo he dicho alguna vez, y es que pensar mucho sobre algo, al final suele quitarte una de energía para llegar a una conclusión a la que habrías llegado sin esfuerzo... A modo de ejemplo, ayer me costó dormir porque empecé a pensar en el piso al que tenía que llamar. Tenía dos candidatos, y en general no sé que hacer:

Por un mismo precio, suelo encontrar:
1. Un piso amueblado, de una habitación y en general más cutres 
2. Un piso sin muebles, con más habitaciones y en general más majos 

¿Cuál elegir?

Me vale la pena gastarse el pastón en amueblar un piso entero, ¿aunque sea de Ikea? Porque tampoco es que vaya a ser mi casa definitiva, es temporal hasta que... ¿hasta que qué?
Hasta que me pueda comprar uno? ja
Hasta que reciba uno en herencia? jaja (y que japuta por pensar eso)
Hasta que tenga pareja y me vaya a vivir con ella? jajajajajajajajajajajajaja

Y en eso estaba yo pensando, cuando proyecté el futuro y me vi viviendo sola. Y es que claro, esa duda es importante, aunque parezca una gilipollada, porque no puedo dividir gastos entre dos. Y entonces pensé en el pasado (a veces soy débil) y vi que con ella, ya no más tú friegas y yo enjuago, tu sacas al bicho por la mañana y yo por la noche, ya no más medio paquete de macarrones, ni leche entera y semi, tú barres y yo friego, yo hago el baño y tú la cocina, tú encima y yo debajo, yo debajo y tú encima, ¿a la derecha o a la izquierda? 2x1 en entradas o paella mínimo dos personas.

Y eso lo encadené con que quiero conocer a alguien, pero no, que estoy bien así, pero tampoco, que sí quiero compañía, ¿seguro? Y me di cuenta que todavía me queda alguna pata, que las tengo mu largas, pegada a la telaraña que describía dintel, aunque la araña se haya ido, que hay canciones que todavía no he vuelto a escuchar y que sí, ha sucedido, no es un sueño del que me vaya a despertar y me encuentre en nuestra cama de uno cincuenta.








Y toda esta cadena de pensamientos, para que hoy me digan que esos pisos ya están alquilados.