He de decir que llevo unas semanas chof. ¿Alguna razón en concreto? Ninguna. Creo que llevo mucho tiempo (¿meses, años?) haciendo tantas cosas, rodeada de tanta gente, que no me paro a pensar, o a escribir para mí, o a cerrar capítulos. Como si después de pasar por algo bueno, o malo, no me tomara tiempo para reflexionar. Vaya, que tengo la sensación que vivo a lo loco y deprisa. Hasta en este blog hace muuucho que no escribo sobre mi vida personal.
Me cuesta horrores ir al trabajo, superar el día. Por no hablar de las tareas domésticas. Tener que cocinar y hacerme los tuppers es una cruz para mí. Se ha sumado que después del viaje que hicimos juntas (nunca habíamos pasado tantos días seguidos juntas), la Moza volvió a sus horarios intempestivos y este mes ha sido complicadillo para verse, casi como una relación a distancia. Enero no se presenta mucho mejor, no nos cuadran los horarios laborales y también hay que dejar tiempo para sus amistades (yo voy sobrada, tengo más tiempo libre). Nada podemos hacer, es algo a lo que hay que adaptarse, aunque no por ello deje de joder. No sé, poder hacer algún plan de fin de semana o de día entero aunque sea. Mis amigos de distintos círculos, siempre me preguntan: ¿Dónde está la Moza? ¿Seguro que existe? No te la has inventado? Total, que en reuniones sociales, sigo siendo la desemparejada (y no es que sea un gran trauma, pero vaya) y les termino diciendo: ¡si es que tengo novia pero como si no la tuviera! (en el sentido de poder llevarla a eventos con más gente, se entiende).
Total, que ayer era otro día de esos de sofá y clínex, pero pudimos vernos. Me llevó a ver una obra de teatro de humor. Me encanta el teatro. Estuvimos descojonadas todo el rato, hora y medio riendo, y cuando salimos la muy cabrona (de 22 añitos) me dice: ¿Qué, te has sentido identificada?
La obra se llama "Confesiones de mujeres de 30"
Luego fuimos a tomar algo y me volvió el bajón. Y no sé cual fue el punto de inflexión (la segunda cerveza?), pero a pesar que ella hoy tenía que madrugar, fuimos a casa, estuvimos de amor amor total (por no decir otra cosa), hablando y riendo un montón y pasé la mejor noche en tiempos...!
Ya veis, unas semanas de mierda se pueden convertir en una noche fantástica en un momento.