27 de enero de 2013

La hora de la siesta

Me gusta despertar un domingo a tu lado, sin prisas. Me gusta ponerte ojillos y que te dejes embaucar para venir a tumbarte en mi sofá después de comer en el restaurante de la camarera buenorra. Tumbarnos a ver la tele sin más pretensión que estar cogidas de la mano y apoyar la cabeza en tu pecho.
Sentir el calor que generamos bajo la manta. Y que casi sin darnos cuenta, se nos vayan enredando las piernas, las manos y tras ellas el resto del cuerpo. Que el sofá se nos quede pequeño y nos tengamos que refugiar bajo el edredón de la cama.
Y tras terminar bañadas en sudor y olor, mirarte a los ojos y notarte tan tan cerca que los miedos de sentirte lejos no tengan razón de ser.

Ya sabía yo que tras esa apariencia de cría se ocultaba un pedazo de mujer.


Foto

23 de enero de 2013

Carpe Diem/Tempus fugit

Llevo algún tiempo preocupándome por el tema económico, sobretodo desde que me dio por bajarme una aplicación de control de gastos y estudiarlo más a fondo. Reconozco que me privo de poco en su justa medida, no es que derroche ni sea rácana, pero si me apetece un concierto, una escapada o una cerveza pues voy. No sé si aún ha llegado el momento de mirar de no utilizar ahorros, pero me agobio un poco cada vez que veo todas las facturas.

No sé si os pasa o pasó a vosotras, pero cuando era más joven y oía alguna desgracia en la tele, si era de alguna chica más pequeña me sentía como "salvada", como aliviada en el sentido: uf, yo ya pasé esa edad y no me han violado, ni asesinado, ni nada. Si eran mayores: uf, todavía me puede pasar. Obviamente era consciente que te puede pasar cualquier cosa a cualquier edad, pero no sé, me sentía afortunada por seguir con vida.

A mí por suerte no me ha sucedido, pero en pocos meses en mi entorno directo sí que conozco gente que ha perdido a alguien joven. Para morir, 50 y pico son pocos años, 25 no son nada, y 31... es un año menos que yo. Mi jefa, de 33, ha enterrado hoy de cáncer a una amiga suya de 31.

Y los seres humanos somos gilipollas, porque es sólo cuando suceden este tipo de cosas que te das cuenta que vida no hay más que una, en cualquier momento te puede pasar a ti y hay que aprovechar al máximo. Así que me voy a gastar mis dineros hasta que pueda en disfrutar, que como dicen por ahí, de ricos está lleno el cementerio.



14 de enero de 2013

Jodie Foster sale del armario y yo... no

En breves momentos la bollosfera se va a inundar con la noticia: por fin Jodie Foster ha dicho públicamente que es lesbiana, y con el resto del discursos sobre su carrera ha hecho llorar a más de uno. En AmbienteG tenéis el vídeo y parte de la transcripción del discurso. Pero como ella misma dice, ella ya había salido en la Edad de Piedra... incluso en otra entrega de premios para el público en general hizo una velada confesión, y quien quiera entender, que entienda, como dice la canción.

Ayer llevé a la Moza a conocer a mis amigas de toda la vida. Pobre, dice que no se aburrió, cuando lo hice hasta yo en algún momento, pero ya iba(mos) mentalizada(s): son mis amigas con hijos y son monotema. ¡Es lo que toca! No es que no me interesen las babycooks o tener que oír estoicamente cómo de gordas y duras se les ponen las tetas antes de amamantar, pero claro, yo poco puedo participar en las conversaciones sin experiencia propia.

Total, que nos quedamos las dos y uno de los maridos jugando con la niña más mayor (6 años), cuando de repente jugando me dice (ya podéis ir imaginando cómo iba cambiando mi cara):

- Mamaaaa!
- ¿Qué? ¿Eres mi hija ahora?
- Xiiii
- Pues podrías serlo, las dos somos rubias y guapas
- ¿Tú por qué no tienes hijos?

- Por queeee no me gustan los niños, aún tengo mucho que hacer antes de atarme a un hijo, vale mucho dinero, no quiero tenerlos sola y con la Moza no es el momento,

pooorque no me cabrían en casa, que es muy pequeña, 70 metros!

- ¿Entonces por qué no tienes novio?


- Pue... (no me da tiempo a contestar)

- ¿¿O ES QUE NO TE GUSTAN??




Aquí la Moza y el otro chico ya estaban descojonados ante mi cara ojiplática y esperando ver cómo saldría de esta, mientras yo me reprimía para no decirle: es que mi novio no es novio, es ésta que está a mi lado.


- Mm... en tu cole no había una niña que tenía dos mamas? (Yo intentando explicarle algo sin entrar en conflictos familiares)
- ¿Ehhh? ¡nooooo!

- Ah, yo pensaba que sí... (en realidad es cierto, pero claro, quizá ella no lo sepa)


 Suerte que no está en la etapa de los "porqués" y se puso a hablar con el chico de otra cosa y se le olvidó el asunto. El caso es que comentándolo luego con los padres, me dijeron que hace unos días les preguntó si los niños se podían casar con los niños y las niñas con las niñas, y ya se lo contaron, así que la jodía preguntó con intención.

Está claro que si invitan la Moza a su casa, no habría ningún problema con que yo se lo contara a la niña o nos viera, pero vaya, que los padres son ellos y me quise mantener un poco al margen.. más que nada porque nunca nadie tan pequeño me lo había preguntado y no supe como reaccionar.

¡Qué listos son!

Y qué bien tener estos amigos en que al parecer es todo tan natural con los hijos y todo.


13 de enero de 2013

6 de enero de 2013

Noche de Reyes




Ayer miraba por la ventana la cabalgata de Reyes del barrio. Es lo que tiene vivir en el meollo, es genial percibir como dejan de oírse coche y se empieza a oír la multitud cada vez que hay una fiesta mayor o celebración.



Yo no soy muy de fiestas. No sé si será pereza extrema, o no tengo esa ilusión por celebrar cosas. No soy ni de carnavales, ni San Juan, ni año Nuevo ni tan siquiera de cumpleaños, ni de amigos invisibles... No sé cuando apareció ese pasotismo por las fiestas, o pereza, repito, pero me dan igual. Sé que con cualquier excusa los humanos nos inventamos cualquier fiesta por salir de la rutina pero... nunca me apetece participar. Con las Navidades me he reconciliado un poquito, pero me sigue poniendo nerviosa todo el mundo deseándose lo mejor y tal, que si feliz navidad (cuando el resto del año se cagan en dios), estresándose por los regalos...
Nada, tacharme de rancia si queréis. Las celebraciones ni fu ni fa, y me flipa cómo se emociona la gente para preparar el carnaval, el amigo invisible, el cumpleaños. Quizá me viene de pequeña, recuerdo que cuando me empezaban a cantar el cumpleaños feliz me ponía a llorar y me escondía en el baño. No sé por qué, pero no podía soportarlo, me invadía una tristeza extrema.


Total, que ayer, viendo la cabalgata, pensé en esas sensaciones que hace mucho, o que nunca más he vuelto a sentir. Por ejemplo, esa especie de emoción de la noche de reyes. La primera vez que vi un concierto de mi ídolo.La primera vez que fui a un entierro. La primera vez que lloré de alegría por alguien que no era yo. La primera noche de amor. La primera vez que me tiré por una montaña rusa. Cuando olía la panadería del pueblo. Cuando el médico me daba un sugus. La primera vez que me castigaron en el colegio.

Creo que hay sensaciones que nunca volverán, por lo menos de la misma manera. Pero a veces aún me sorprendo con emociones nuevas, aunque quizá serán difíciles volver a vivir. Y aún así, eso, es genial.