23 de diciembre de 2016

Una navidad (sin) más

En general no me gustan las fiestas ni celebraciones (creo que soy un poco vaga para eso): ni preparar cumpleaños, ni disfrazarme por carnaval... así que imaginaos las Navidades. A ellas se les suma la pérdida de la sensación de cuando éramos niños y de todos los que no están. En fin, un asco. Así que éstas pasarán sin más. No regalos, no nada. Por lo menos me siento con la libertad de no tener que ir a comprar "porque sí" y participar del estrés de la mayoría de personas. A la vez por eso, me siento un poco excluida y me da envidia la gente que lo pasa bien en las celebraciones populares, así de grande es la presión social, porque de pequeños las celebrábamos a full. Da rabia ir perdiendo las ilusiones a medida que se crece.

Intentaré aprovechar estos seis días de fiesta que tengo. Intentando cerrar obligaciones pendientes, aunque sólo quiera estar tirada en el sofá. Hay que activarse, sino contra menos se hace menos ganas se tiene de hacer nada.

Estos últimos días he pensado en la muerte. En lo que queda de nosotros después que nos vayamos. Recuerdos, al final, en las personas que nos han conocido, porque todos los objetos y obras, a no ser que seas alguien sumamente destacado, se pierden al poco tiempo. Los que no vamos a tener hijos duraremos un poco menos. Como mucho estaremos en el recuerdo de los amigos que nos sobrevivan. Y luego, nada más.


14 de diciembre de 2016

Lo que pasa es que no quiero trabajar

¿Alguna vez os habéis sentido que no podéis con vuestras obligaciones? No sé, que todo os cuesta un mundo. Ir a comprar, haceros la comida, la cama, tener que hacer recados. De decir, ay mira, me gustaría que todo se detuviera.
Llamadme rara, pero muchas veces he postergado ir a comprar, pedir cita al médico, etc para no tener que hablar con la gente.

Así que me siento como con un montón de cosas pendientes por hacer (sabéis aquello de cuando tenga tiempo lo hago?), incluso algunas que me tendría que conllevar una satisfacción, pero no me apetece hacerlas, y estos días he tenido mucho tiempo porque estoy de baja. Ahora ya no estoy en cama y físicamente ya podría hacer cosas, sólo me estoy acabando de recuperar y esta semana no volveré a trabajar. Pues bien, se me cae la casa encima. Demasiadas horas para pensar. Me cuesta un montón activarme y levantarme del sofá.

Y qué frío hace en esta puta casa. ahora mismo estoy escribiendo con el plumón. Que me han subido el alquiler, por cierto.

Estoy en ese punto que sé que quiero dar un giro radical a mi vida pero no sé cómo porque llevo muchos años en la zona de confort. Pero bueno, ayer eché un curriculum, algo es algo.