Patata y tomate (Una historia de amor)

Señales que ya tengo 35

Una de las cosas que tiene la edad es que, aunque te vayas a dormir a las 6 y media de la mañana después de un fiestorro, te despiertes a las 10 sin poder dormir más, porque el reloj interno es el reloj interno y eso de dormir 12 o 14 horas seguidas después de una noche exhausta no es posible. Ya se casó la Presunta y he podido engordar un poco el porcentaje de bodas en las que me lo he pasado bien. Al final, tanto sufrir por el vestuario, hice un mix: vestido pero zapato cómodo, bolso informal y nada de maquillaje (juro que lo intenté pero tras media hora de frustración con esto y el pelo, me lavé la cara y fui como siempre, es decir, sin maquillar. No sé hacerlo y no quería pagar por ello para que luego me viera rara).

Es, a pesar de hacer deporte, levantarse con agujetas en la cintura y los hombros por bailar Raffaella Carrà y Alaska masivamente.

Es rechazar planes de San Juan por trabajar al día siguiente.

Creo que necesito vacaciones