26 de octubre de 2015

Oh Sandy, baby

Por fin este sábado llegó lo que hacía mucho tiempo estaba esperando: poder ir al Sing Along de Grease. La mala pata es que estaba saliendo de un resfriado, agotada y afónica, así que no disfruté mucho y tendré que...repetir. Conseguí convencer a La Moza para que viniera, porque no le entusiasma mucho la película, con deciros que sólo la ha visto una vez... aunque al terminar dijo que la recordaba peor y le gustó más de lo que creía.

Es que hay pelis que hay que verlas en el momento justo, que se sintonicen con tu momento vital. Para mí, igual que para miles de personas, Grease es mítica, quizá no es un peliculón pero está en un pedestal. Y bueno, supongo que estaba enamorada de Olivia Newton-John.

En cualquiera de sus dos versiones

Nunca la he analizado (es una peli para ser feliz), pero al final me dijo: "pues que Sandy tenga que cambiar para gustarle a un tío...".
Mmm, quizá sí, pero también se puede interpretar al revés. Sandy durante toda la película es fiel a sí misma. Sí, es una mojigata, intenta encajar fumando y bebiendo pero sigue siendo la misma durante todo el curso aunque eso signifique renunciar  a Danny. No sigue con él cuando le habla mal ni le va detrás hasta que no recibe una disculpa. En cambio él, finge todo el rato lo que no es. Chulesco para aparentar delante los amigos, apuntándose a hacer deporte para gustarle a Sandy...



Al final de curso, ella ha madurado y se da cueta de lo que vale, decide espabilarse por sí misma, tomar las riendas y dejar de hacer lo que se espera de ella en la época en la que está ambientada la peli (los 50): virgen hasta el matrimonio, no enseñar más de lo que se considera indecoroso, suspirar por los chicos. Así que en su cambio final, en la canción no dice: "ey, me he vestido en plan putón a ver si así me haces caso de una vez", sino que la letra viene a decir algo así como: "espabílate chaval, porque sí, necesito un hombre y eres tú, pero como no te lo curres, yo tengo que ser fiel a mí misma y no me voy a ir con un niñato que hace gilipolleces con tus amigotes".


En fin, que no sé. En muchos sitios se habla de que la peli es machista porque Sandy al final cede a los deseos del hombre y para más INRI, se pone en plan zorrón (¿¿¿holaaaa??? ¿¿¿y ese comentario no es machista??). No negaré que puede chirriar en algunos puntos (es una peli de los 70 ambientada en los 50), pero las mujeres reclaman su derecho a hacer lo que les venga en gana digan lo que digan (momentazo Rizzo) o a seguir sus estudios (Frenchie) en lugar de abandonarlos y quedarse de ama de casa.



Y ey, es que nadie se fija que Danny al final deja su chupa de cuero y se vuelve deportista? También dice que ha "madurado", pero ¿por qué sólo se critica el cambio de Sandy?

¿No cambiamos todxs un poco, para intentar agradar más a nuestra pareja? ¿Hasta qué punto este cambio es un sano intento de encajar con la otra lo mejor posible, y en qué punto se vuelve insano?

Ahí lo dejo

5 de octubre de 2015

Mi cari es tradicional

Hablar de ciertos temas con  La Moza me hace cortocircuitar. Por ejemplo, cuando se pone a hablar de planes de futuro (casas, bodas... NIÑOS!) cuando nuestra relación ha sido más o menos la misma en cuanto a "compromisos" durante cuatro años.

Y hablando de estos temas, que ya digo, no sé porqué hablamos de ello, pero ella es mucho de empezar la casa por el tejado, hoy no sé por qué motivo me ha dicho que si tendríamos una cuenta de ahorro conjunta.

¡POR SUPUESTO QUE NO!

Yo lo tengo clarísimo. Tener que justificar los gastos, o peor, pedirle permiso a la otra persona para comprarse algo, me parece lo peor, el grado de dependencia máximo. Eso sin contar que cada persona gasta de manera diferente. Ella tiene los argumentos contrarios, que es lo normal, lo bonito, que qué poco romántica soy, que siempre me pongo en lo peor...

Si nos ponemos a hablar de casas, estamos en las mismas: ella querría comprar, yo, primero porque no me lo puedo permitir, y segundo porque le veo más ventajas al alquiler. La vida ya es bastante inestable como para atarme a una hipoteca. Ell dice que si se compra una casa yo le pagaría el alquiler, y aunque pueda parecer raro, lo veo perfecto.

Y se me pone a hablar de cómo sería su boda, que por su parte serían almenos 100 invitados sólo con la familia. Yo... 8 invitados.
Y es que el tema familia es otro tema aparte. Le cuesta entender que el hecho que prefiera estar con ella a solas antes que con ella y su familia, no significa que odie a sus padres.  Que no concibo una vida en común yendo a comer con su familia cada domingo. Que no voy a ir a saludar a su madre al trabajo de regreso de visitar La Moza a su casa.

Los niños... bueno, como tampoco lo tiene muy claro, intento no preocuparme. Primero no quería. Ahora sí. Ayer no. Le gustan unos nombres para los hijos que a mí no. Y yo? Quiero hijos? contra más mayor me hago, más convencida estoy de que no. Supongo que trabajar con ellos también ayuda.

En fin, que en esas estoy. Un poco triste porque en temas importantes somos bastante diferentes. Y me sorprende que le cueste ver mi punto de vista contrario a hacer lo que siempre se ha hecho: comprarse una casa, tener hijos, cuenta conjunta y estar con la familia.

Pero bueno, de momento son castillos en el aire, como decía aquella, parole, parole, parole... percibo que se deja llevar por la ilusión y son temas que no ha pensado "realísticamente" . Yo es que le llevo 10 años de ventaja