7 de enero de 2021

Estoy hasta el coño

Bueeeno amigas mías que aún merodeáis por aquí.

Llega 2021, yo sin ningún propósito en particular para este año y ningun balance, porque soy de las rancias que no els gustan las fechas de calendario impuestas blablabla.

Lo que sí tengo es un deseo, y es que por favor, se acabe ya esta mierda del coronavirus.  Evidentmente por lo primero que quiero que termine es por todo el sufrimiento a nivel salud física y mental, tanto de pacientes, familiares y trabajadores. Eso lo voy a dejar de lado porque es obvio que es la primera prioridad.

Pero yo aquí vengo a quejarme de "problemas del primer mundo".

Que quiero que acabe ya para que terminen ya las noticias y las conversaciones MONOTEMA.  Es que no puedo más. 

 

¡NO PUEDO MÁS! 

Tenía que gritarlo.

 

Hablemos de otras cosas que no tengan nada que ver con el coronavirus, por favor. Por salud mental.

Lo que más echo de menos de vivir sola es no poder tener apagada la tele y no estar escuchando noticias, debates, o lo que sea. Da igual, TODO es coronavirus.

Los anuncios de "pronto volveremos a sonreír compra-compra" y demás mensajes Mr Wonderfuleros tampoco puedo con ellos.

Lo de hacer de profe

También estoy muy hartita, por trabajar de profe (nótese la diferencia con "ser" profe), de los típicos: "es que tenéis muchas vacaciones", "no será para tanto el frío que hace en el aula", "sois unos quejicas", "por qué no te has presentado a opos -como si fuera un pecado mortal-", es que "LA VOCACIÓN" (usado como sinónimo de déjate pisar tus derechos laborales y no te quejes).  

BLABLABLABLA.

Lo peor no es que sea "la sociedad" en general, lo peor es cuando te viene de gente cercana. 

Os cambio las vacaciones de profe por un trabajo que me permita descansar el cerebro más allá de las 6 horas diarias que duermo.


Y lo de no dormir

Y sí, al estrés normal de dormir poco y mal por el trabajo, se le sumaron dos gatos bebé en junio. Y ahora que ya empezaba a dormir mejor... un perro de mes y medio! No os contaré las visicitudes, solo deciros que hoy me he despertado con 6 uñas clavadas en mi torso y todos los libros de la mesita en el suelo con las puntas dobladas. 

Y no os pongo foto porque se me ha jodido la cámara del móvil después de limpiarlo con agua... exacto, por el coronavirus.