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Es complicado cuando una de las dos de la pareja fuma, sobretodo para la que no. Yo tengo la suerte que cuando está conmigo, no fuma casi nunca (ha aguantado hasta 5 días seguidos). Cuando no le queda más remedio que hacerlo, me aguanto, sobretodo porque no soporto el aliento ni -ojo- el aire de la nariz apestando a tabaco. Porque no hay ningún chicle mágico que aniquile eso, y a no ser que seas superwoman, cuando besas respiras por la nariz y... eso no hay quien lo oculte. Y el aliento de tabaco no sabe a humo, no. Tampoco me seduce la idea de estar besando constantemente un trident sabor hierbabuena.
Total, que el otro día le dije: quizá no te quiero lo suficiente para aceptar que fumes o tú no me quieres lo suficiente para evitar fumar -o dejarlo-.
Y entonces intenté picarla: ¿y si te digo que no me gusta porque sabes como algunas exs que fumaban? Porque eso es así, el tabaco despersonaliza totalmente el sabor del beso. Pero nada, ni con ésas, porque no se lo cree.
¿Le contáis vuestras experiencias con el tema, si las habéis tenido?
En mi defensa diré que si sé que tengo que verla, no como ajo ni cebolla y sino, le pregunto si ella va a comer para hacer yo lo propio. Fisna que es una.