11 de septiembre de 2016

Ahora me pongo a limpiar...

Tengo la casa patas parriba. Estos días se han dado una serie de concidencias para ello: 5 días libres, mi compañero se ha marchado a su país por un mes y me he han dejado netflix. Lo que me ha venido muy bien para lo que necesitaba, aislarme. Así que me he encerrado en casa cual caracol, comiendo cualquier cosa, levantándome a cualquier hora, siesteando, sin ducharme, dejando las cosas por medio, tirada en el sofá viendo series (algun día podré terminar todas las empezadas?). Un cuadro, vaya,
Sigo afrontando el nuevo curso sin muchas ganas, Poca motivación para trabajar, para hacer inglés, para continuar otros proyectos donde me metí el año pasado para que me dieran la vidilla que no me daba el trabajo,





Pues nada, todo como muy cuesta arriba. Es una época de esas en que necesitas un parón total de todo. La putada es que el mundo sigue corriendo. Creo que llevo como unos años saturada de hacer muchas cosas y a la vez esperar. Voy a intentar reducir un poco la vida social (mi bolsillo también lo agradecerá).

Tiempo de introspección, de volver a hacer que las cosas que eran placer y se han vuelto obligación vuelvan a ser placer. ¿Cómo se hace eso?