Sexualmente hablando, claro.
Y esa es la noticia.
A veces cuento los años que me he perdido sin tener nadie al lado durmiendo en mi cama (comparado con si hubiera tenido pareja desde que empecé a tener parejas).
Gana de lejos el dormir sola que acompañada, claro.
Pero es que yo quiero dormir acompañada.