De resaca

Ayer habría salido un post de la etiqueta "con 2 birras de +" bien surrealista, pero no fui capaz de agarrar el ordenador de la cogorza, fui directa a la cama. A medida que pasan los minutos, voy tomando consciencia que la resaca de vino blanco y mojito es chunguilla, qué dolor de cabeza joder. Y tengo la piel del codo y del hombro arrancada, que no sé de donde ha salido, si me he rozado con las sábanas o con una pared, directamente.

Ayer estaba un poco rayada de estar metida en casa, entre otras cosas, así que cuando me pasa eso me pillo la cámara de fotos, vagabundeo por la ciudad y me tomo una cerveza viendo el mar. Salieron fotos de este palo: 

Qué buen rollo, ¿no?

Por la noche me fui de cena con amigos y me pillé un ciego de la manera más tonta, por suerte el auge fue cuando ya nos habíamos despedido y no pasé el trago de ser la contenta entre serenos.

Así que nada, quedan horas para hacerme la maleta y alejarme de internet... la abstinencia será dura, pero se superará. Espero.