Una de las cosas buenas de tener un blog, es que a veces crees que has tenido un día como los demás, pero cuando te paras a escribirlo ves que han pasado cosas que han valido la pena (joer, ya me pongo filosófica again).
Total, que ayer ya empezó mi día de manera un poco especial porque al llegar al trabajo me di cuenta que me olvidé en casa gafas y lentillas. Así que estuve todo el día con una sensación medio zombi-medio borracha y cada vez más cansada por forzar la vista. Salí escopeteada hacia el fnac donde Fangoria firmaban ejemplares de su último disco, y buscando en la cola alguna cara conocida... me encontré con 4 de ellas que desgraciadamente estaban en penúltimo lugar, así que mis intenciones de colarme fueron inútiles. Así que nos quedamos dos, mientras las inteligentes iban a pasar la tarde a base de birras. En las dos horas de cola caí en la cuenta que había olvidado en el trabajo... las llaves de casa.
Después de la firma y foto con los chicos de cera (sobretodo Nacho)
aka Fangoria, me acoplé de mala manera e improvisadamente a hacer birras, y terminamos en un vasco pseudopijo temiendo por el precio del pintxo (que al final fue razonable). Para terminar de saciar nuestros estómagos, nos metimos en un asturiano de raciones dudosas y camareros de Mieres mínimo (era pakistaní, indio o asimilado). A esa hora entre no llevar graduación óptica y alguna graduación alcohólica poco veía. Miraba, pero no veía, cosa que se sumaba a mi incapacidad innata para adivinar nacionalidades. Nos lo pasamos en grande dándole al botoncito de la máquina escanciadora de sidra y hablando sobre el bichode mi post anterior y gran hermano
(nota mental: hacer un post sin conocimiento de causa sobre GH a petición Jei). Ahora me arrepiento de no haberlo guardado para ver qué era, pero el shock inicial fue demasiado fuerte hasta para mí.
Así que con toda mi dignidad cegata por los dos factores, me presenté en casa de mis padres para que me dieran una copia de las llaves y mi madre me obsequió con un
moncherí para añadir más tasa alcoholímetra al body y un fascículo de la revista pronto (esa gran fuente de sabiduría, igual que las noticias yahoo) con las "claves para ser feliz", muy decadente todo. Llegué a casa, me metí en la cama, me tiré media hora al teléfono y me quedé sopa al cabo de un buen rato porque capulleé por internet.
Así que ya veis, de un día normal pasó a un día lleno de aventuras... que no habría valorado si no lo hubiera repensado para escribirlo aquí. Y bueno, viernes, no tengo puente.... así que voy a beber unos
zumos de cebada, malta o trigo xD (o una coca cola)