Diciembre de reuniones

Ya me estoy estresando con diciembre, sí. Si es que aún queda un mes como quien dice, pero ya se están organizando cenas de empresa 1, cenas de empresa 2, los putos amigos invisibles (que de tanto quejarme que lo odio, se han inventado una versión todavía PEOR), amigos que hace siglos que nos ves y ahora les entra la prisa... la verdad, no puedo creer que fin de año esté a la vuelta de la esquina, qué morriña.

Además se me junta el cumpleaños de 3 amigas comunes, así que voy con pies de plomo para organizar regalos comprados entre todas pero para todas sin que se enteren, y como dos se llaman igual, espero no cagarla con la lista de mails. Vamos, que la que pilla más económicamente seré yo, pero la última vez que nos reunimos fue tan genial que no me importa como otras veces que no te valoran el regalo, por muy amigas que sean. Para algun regalo tendré que remover pasado que hace más de dos años que no renuevo, espero que apenas duela.

Desde que me compré la libreta para exorcizarme de mis sueños, sólo he apuntado tres. El resto no los recuerdo al levantar. ¡Qué alivio!

Tengo exceso de trabajo pero lo hago con gusto, que ya es mucho decir, y cada día me motivo más con el baloncesto y no recibo agujetas de regalo... eso sí, morados en las piernas tengo para dar y vender.

Uy, qué frikada acabo de ver:

¡Es una camiseta! Tendré que pedirle a Hormiga que me la plagie.

Llevo meses para terminar un libro de Punset, el día que lo haga, monto una fiesta privada.