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Es complicado cuando una de las dos de la pareja fuma, sobretodo para la que no. Yo tengo la suerte que cuando está conmigo, no fuma casi nunca (ha aguantado hasta 5 días seguidos). Cuando no le queda más remedio que hacerlo, me aguanto, sobretodo porque no soporto el aliento ni -ojo- el aire de la nariz apestando a tabaco. Porque no hay ningún chicle mágico que aniquile eso, y a no ser que seas superwoman, cuando besas respiras por la nariz y... eso no hay quien lo oculte. Y el aliento de tabaco no sabe a humo, no. Tampoco me seduce la idea de estar besando constantemente un trident sabor hierbabuena.
Total, que el otro día le dije: quizá no te quiero lo suficiente para aceptar que fumes o tú no me quieres lo suficiente para evitar fumar -o dejarlo-.
Y entonces intenté picarla: ¿y si te digo que no me gusta porque sabes como algunas exs que fumaban? Porque eso es así, el tabaco despersonaliza totalmente el sabor del beso. Pero nada, ni con ésas, porque no se lo cree.
¿Le contáis vuestras experiencias con el tema, si las habéis tenido?
En mi defensa diré que si sé que tengo que verla, no como ajo ni cebolla y sino, le pregunto si ella va a comer para hacer yo lo propio. Fisna que es una.
18 comentarios:
Yo suelo tener cuidado con lo de la cebolla, me parece asqueroso, aunque haya confianza. Después de casi cinco años he conseguido que lo deje y se pase a los cigarros electrónicos. No es una cuestión de amor, ojalá lo fuera, es un enganche absurdo que no se puede controlar hasta que su mente y solo su mente haga click. Pero ser insistente y pesada ayuda, te lo digo por experiencia. Métele miedo, dile que si un día le dicen que tiene algo grave por el tabaco piense en dónde te deja a tí todo eso, yo qué sé, ponte gore gore que poco a poco va calando :-)
A nosotras nos pasó una única vez. Yo casi nunca fumo pero un día que me dio por ahí la tuve negándome amor un buen rato. Al final (y aprovechando que estábamos en una casa) fui, me lavé los dientes bien y ya pero sé que en su presencia eso lo tengo vetado.
También es verdad que para mí no es un gran sacrificio porque casi nunca lo hago pero si la moza fuma habitualmente lo tendrá más complicado, ¿no?
Hay que convencer a la Moza que aparte de lo de los besos, es un vicio muy malsano.
He fumado desde los 16 hasta los 44...
mas de una vez me dijeron, "no quiero q fumes", "si me quicieras no fumarias" etc etc... ; tambien mas de una vez me cortaron los viveres (por decirlo de alguna manera)
Solo puedo decir q en cada una de esas ocaciones, yo termine quedandome con el cigarrillo...
A los 44, proyecto bebe de por medio, deje de fumar por "realmente yo" lo decidi, sin presiones, ni chantajes emosionales; y hasta hoy. (en agosto cumplo 3 años)
A La Moza: dejar de fumar es lo mejor q he hecho,lo mire por donde lo mire. Pero solo funciona si lo dejas por ti, no por alguien mas.
besitos
Nosu, querida, aquí se rompe nuestro paralelismo ;-) nunca he tenido este problema!
No se sí dejó de fumar por mi, porque no me gustaba nada, o porque ella quería, pero lo dejó. ( claro , pudo ayudar que yo ponía cara de ascos cuando me besaba )
Tuve una relación en la que ella fumaba pero la verdad es que cuando estaba conmigo apenas lo hacía.
A día de hoy creo que no podría estar con alguien que fumara de forma habitual. Me asquea el sabor de la boca y soy incapaz de vivir en un lugar que huela a tabaco. Porque no es sólo lo de los besos... es el olor que se impregna en la ropa, en la casa... si hasta los animales cogen olor a tabaco en su pelo!
A ver si tu moza se decide a dejarlo.
:-)
S. fuma. Yo fumaba. En agosto del 13 me dio un brote psicótico y dije que en septiembre dejaba de fumar (3 paquetes diarios, más o menos) y así fue y hasta ahora.
No me molestaba que S. fumara pero ahora voy notando más el olor y no me gusta mucho pero no tanto como para decirle que deje de fumar. Pienso que por mucho que te lo digan, hasta que tu no quieras no sirve de nada.
Yo lo odio... Pero la quiero demasiado como para no besarla ya sea tabaco, cebolla, ajo o ese aliento de perro característico de las mañanas...
Yo lo odio... Pero la quiero demasiado como para no besarla ya sea tabaco, cebolla, ajo o ese aliento de perro característico de las mañanas...
Lo del olor a tabaco en general lo llevo fatal, en fin que lo del sabor a tabaco imagínate.
Cuando era peque, yo dormía con mi hermana en la habitación en la litera de arriba... ya de aquellas ella fumaba hasta en la cama...
Así que cuando empece con mi chica y ella fumaba, tenia bastante asimilados los olores y esas cosillas... otra cosa era el aliento. Al principio no me importaba mucho, pero luego lo fui notando.
Aunque sabia que a mi no me gustaba que fumara lo siguió haciendo un par de años, hasta que un día lo dejo por ella misma.
Yo nunca le dije que lo dejara...aunque a veces me quejaba, la única forma de dejarlo definitivamente es querer dejarlo... si lo fuerzas acaba siendo contraproducente... creo.
Ahora, la que pones más pegas a que la gente de alrededor fume es ella, jejeje
Mi pareja solo fuma ocasionalmente. Nunca a mi lado. Pero si viene de una reunión de trabajo, habiendo fumado ¡puros!... ¡Adiós! No hay besos.
Mi pareja solo fuma ocasionalmente. Nunca a mi lado. Pero si viene de una reunión de trabajo, habiendo fumado ¡puros!... ¡Adiós! No hay besos.
Suerte que tienes que es considerada, 5 días sin fumar por ti, para alguien que fuma, es de felicitación.
Saludos
Puede que no me reconozcas pero ¡he vuelto!
He tenido tantos nombres que ya sólo espero que me reconozcan por...
Bsus de Amp
Rebienvenida ladelaoctava! Te reconocí! ;-)
Al tabaco siempre le he tenido asco. No me gusta ni respirar el viciado humo que queda en el ambiente. Yo soy de las que saba saltos de alegría cuando prohibieron fumar en los bares. La de veces que me he ido fuera porque me ahogaba dentro.
No me gusta el sabor del tabaco en los besos. Soy afortunada. No fuma :)
hola Nosu, hola chicas!
Bfff... A mí me costaría la vida besar a alguien que fuma...Detesto el olor de tabaco...de la ropa, de la piel, y el aliento ya....
Creo que cuanto más mayor de hago, es peor mi animadversión, y eso que nací con padre fumador cual chimenea, y me tragué su humo 20 años, mientras viví en casa. De jovencilla tontee con el tabaco pero nunca me llegó enganchar, y besé bocas con sabor a tabacalera (arrrggg), pero a mis casicuarenta, no podría hacerlo. Creo que desde que se prohibió el tabaco en los establecimientos públicos y empezamos los no fumadores a respirar más tranquilos, nos gusta aún menos el tabaco que antes.
Mi chica no fuma tampoco, así que fenomenal!! :)
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