Poco que contar

Aunque en realidad bastante. En todo este tiempo han pasado algunas cosas, entre ella un proyecto en común con la Moza. No, todavía no vamos a vivir juntas, pero sus intentos de convencerme de tener un acuario entre las dos han dado sus frutos después de encontrar una ganga de segunda mano. Y ya me véis, estudiando como una loca como iniciarlo, qué plantas, qué sustrato, qué decoración, qué peces... locura. Vosotras sois testigos de su promesa que se encargará de él (también) porque claro, el tanque está en mi casa. Cuando por lo menos tenga algo dentro ya os lo enseñaré.

Esta semana ha sido un poco rara en cuanto a economía. Por un lado, el extra que llevaba cobrando ciertos meses al año se ha esfumado. El mismo día que me dicen esto, recibo una carta diciendo que tengo que devolver el préstamo de cuando me dieron la Renta Básica de Emancipación. Han pasado 4 años, ¿quién se acordaba que había que devolver 600 euros, y además a tocateja y en 15 días? Uf.
Súmale que esta semana empezaba la láser, así que 600 y pico euros más. Y cuando me llega el recibo del alquiler... ¡ZAS! me lo han subido 100 euros de golpe.

Suerte que soy hormiguita y tengo ahorrillos, sino este mes y el siguiente no tendría ni pa comer.

Seca man dejao