- No te lo había concretado, pero el chico que te dije con el que me lié cuando estábamos juntas era mi compañero de trabajo, tal y como me decías que pasaría.
- No me sorprende. Por la forma en que se comportaba contigo y me explicabas cosas de él, estaba claro. No nací ayer.
He conocido alguna otra como tú. Tenéis un magnetismo especial, gustáis a las personas, gustáis a todo el mundo, dejáis que os quieran. Ahora, cuando llega el momento en el que alguien quiere entrar aquí -le señalo y toco el corazón con el dedo índice- no sois capaces de aceptar que alguien os quiera de verdad. Que alguien vea vuestros defectos y os quiera con ellos. Es mejor alegar que vuestras mierdas os las tenéis que comer vosotras mismas, como si nos hiciérais un favor obligándonos a marchar. Pero es que también os queremos con esos defectos que hemos empezado a vislumbrar.
Aun así nos quedamos un buen tiempo cegadas de lo estupendas que sois y el falso perfect match que teníamos. Enamoráis a la gente y luego no os queréis responsabilizar de dar amor, sólo queréis recibirlo mientras no ven esas mierdas que dices.
Eso es un poco egoísta, ¿no crees?
5 comentarios:
Yo huiría de ese tipo de gente como de la peste.
lo malo es que aveces se detectan tarde...
nunca es tarde, siempre estás a tiempo de reaccionar ;)
...egoísta, y/o cobarde. He conocido a varias así
Ah, esa personas magnéticas que no saben querer, que nos ciegan pq les gusta nuestra conversación, nos hacen regalos, nos llaman, nos besan, pero... a la larga son muy nocivas.
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