20 de abril de 2020

La emoción de las primeras veces

Estos días he aprovechado para volver a ver la trilogía de El Señor de los Anillos. Tengo la versión extendida, y alguna vez había intentado volverla a ver, pero lo dejaba después de la primera. Debido al confinamiento me están entrando ganas de hacer cosas que había dejado apartadas o a medias desde hace AÑOS (décadas?).


¿Qué maldito ritmo a contrarreloj hemos llevado para postergar  cosas sencillas durante tantos años?

¿Por qué hasta que no nos han obligado a parar no hemos sabido encontrar tiempo para empezar cosas que se iban trasladando al final de la lista?

En fin, que hacer estas cosas pendientes o revivirlas, me ha hecho entrar en nostalgias gordas. Ordenar fotos de hace 15 años, ver la peli... y he recordado la emoción de las primeras veces. De la peli (sobretodo la primera, la que más veces he visto por lo que os contaba antes), recordaba multitud de escenas que me impactaron por primera vez, lo atónita que me quedé cuando vi Rivendell, cuando apareció Arwen, Legolas, Bárbol (este de la 2), Galadriel, esa luz de los elfos, los Nazgul, la puerta de los argonautas...

Lord Of The Rings: Amazon Chose The Perfect Point In ...

Esa sensación que se te eleva el pecho y parece que te va a explotar. Pues bien, estas sensaciones se han ido al volver a ver la peli. Y obviamente recuerdo como me sentí, pero soy incapaz de volverlo a reproducir, ya no hay el factor sorpresa, ya no es la primera vez.  Con los años se reducen las posibilidades de primeras veces, y eso me entristece (aunque bueno, hay primeras veces que mejor olvidarlas, ciertamente -you know what I mean-).


Arwen... me enamoré perdidamente de ella la primera vez que la vi (aunque tristemente no lo supe hasta un tiempo después, porque en esos tiempos era presuntamente hetero), casi de la misma manera que me enamoré de Aragorn y Legolas (es lo que tocaba como presunta hetero).


 

No podía haber un amor tan puro y maravilloso como el de Arwen y Aragorn, deseaba con todas mis fuerzas vivir eso pero con un Legolas (era más jovencillo y un elfo, no lo olvidemos)... solo que en el fondo deseaba justo lo contrario (a ella, por si aún no os había quedado claro).


Galadriel también me parecía sobrehumana (obvio, es una elfa)...

 

...pero no volví a ella hasta que, esta vez sí, me enamoré con todas las letras de Carol sin vergüenza ni culpabilidad alguna.

Οικογένειες Ουράνιο Τόξο: The Price of Salt. Patricia ...

3 comentarios:

Blau dijo...

Hablando de Carol, deberíamos hacer una noche de cibercine y verla junto a las guarapis. he dicho.

Juli Gan dijo...

Joder, he leído elfa y me ha saltado a la cabeza la p...canción del corte inglés. Grrrr. "sí, lo es, sí, lo es"...:D

José A. García dijo...

También volví a Tolkien durante la cuarentena argentina. Junto con muchos otros libros...

Saludos,

J.