Protector para el cinturón de seguridad

Cojín de hombro para cinturón de seguridad.

O como una cosa tan aparentemente tonta esconde una cosa oscura. Te cuento.

El año pasado me compré un protector de esos que se pone alrededor del cinturón de seguridad para no clavármelo cuando llevo tirantes. Hacía 5 meses que mi ex me había dejado. Mi cerebro no funcionaba muy bien en ese momento y me costaba decidir hasta qué bragas ponerme.

Primero miré algo sencillo y barato. Y soso. Negros.

Pensé que podría comprarme algo con más personalidad y encontré uno de dibujitos del mismo color que el coche. Pero era para niños. Lo descarté, aunque me gustaba.

Al final me vine arriba y me compré uno de lentejuelas con el arco iris. Como era de esperar, la foto no tuvo nada que ver con la realidad y lo acabé devolviendo.

Así que al final me compré el de dibujitos. Aunque pusiera para niños y saliera un niño en la foto promocional.

Yo sabía desde el primer momento que el que más me gustaba y combinaba con mi coche era el de dibujitos. Pero en la compra tuve todo el rato en mente a mi ex. Si aún hubiera estado con ella no lo habría comprado, porque me hubiera dicho que era infantil. 

Ya no estaba con ella, y aun así no compré de primeras una cosa que a ELLA no le gustaría. De hecho, si el de lentejuelas no me hubiera decepcionado, ahora no tendría unos protectores de dibujitos. 

 

Y empezaron a pasar cosas bonitas.

• El hijo de una amiga dijo que pronto sería demasiado mayor para que le gustaran los dibujitos. Me hice una foto con mis protectores de cinturón el día de mi 43 cumpleaños y se la mandé.
  
  
• Una de mis mejores amigas (47 años) este año subió por primera vez al coche y lo primero que me dijo fue: "qué protectores tan chulos". Yo seguí excusándome con que eran para niños, pero que eran los que más me habían gustado.
  
  
• Hace un par de meses una compañera de trabajo (43 años) subió por primera vez a mi coche y también dijo: "Qué guays estos protectores de dibujitos". Creo que ahí ya no me excusé.
  
  

Esos comentarios me reafirmaron en mi decisión. Y sobre todo, en darme cuenta que hay otras personas que saben apreciar partes de mí que mi ex no aceptaba y que no tenía que avergonzarme por llevar un accesorio infantil. De hecho, lo más duro que me dijo, entre muchas cosas feas a lo largo de los años, es que nunca me había aceptado. Creo que es peor que si me hubiera dicho que nunca me había querido. Que viene a ser lo mismo.

Hoy he visto un reel que decía que cuando te enamoras das un poder a otra persona. Y que uno está enamorado cuando renuncia a usar ese poder sobre el otro. Ella usó constantemente ese poder.

 

Soy consciente que lo que se permite se repite, pero también es responsabilidad de quien tiene el poder, de no ejercerlo sobre su víctima.

Así que lo más importante que pido de mi próxima pareja, es simplemente que me deje SER.