11 de diciembre de 2022

Qué agotamiento por Dios

 Este finde intenso me he dado cuenta que a veces me duermo a las 3 o a las 4 de la mañana, aunque esté agotada, no solo por el síndrome de la cama vacía. Sino porque dormirme implica que el día ha terminado, y que tendré que enfrentarme a las dificultades del día siguiente. Y como al día siguiente estoy hecha una mierda porque he dormido poco, me cuesta más enfrentarme al día y entro en un círculo vicioso, y de paso, me sirve como autoexcusa.



Están siendo meses muy difíciles, sobre todo a nivel emocional, y me cuesta horrores ir haciendo cada paso sabiendo el pedazo de montaña que me queda por subir. Pensaba que no superaría este finde, pero bueno, superado está.


No sé si me estaré equivocando con mis decisiones, pero por lo menos esta vez el desequilibrio emocional viene porque estas decisiones son para llegar a conseguir la vida que quiero (exceptuando el desequilibrio provocado porque mi pareja me dejó, pero en definitiva fue el pistoletazo de salida hacia la vida que quiero tener).


He visto a mi ex por necesidad y es raro ir notando el distanciamiento que se va produciendo entre nosotras, porque veo cada vez más cerca el final de nuestra relación. Probablemente solo nos quede una vez más que tengamos que vernos. Con ganas de poder cerrar el capítulo pero con una pena inmensa y miedo al futuro.


En definitiva, 2022 ha sido en balance un año de mierda para mí, un viaje con demasiadas curvas. Tengo ganas de llorar de mero agotamiento.


Que sí, que he aprendido, que soy valiente, fuerte, etc. Pero ya estoy un poco cansada de ser todo eso. 


Necesito una vida tranquila.

2 comentarios:

artur dijo...

Que el any nou que començarà, sigui també el començament d'aquesta nova i millor vida ! ;)
Endavant !!

Somnis dijo...

Jo de vegades no sé si vull anar a dormir perquè s'acabi ja d'una puta vegada el dia o el que tu dius...si no vull anar a dormir perquè no comenci un altre dia de merda...confiarem amb que estem aprenent algo? Doncs val. Ja es veurà...