Dormiré en casa de la Presunta2

Ahora mismo estoy emocionada porque estoy a punto de cerrar otro círculo después de muchos años (casi 13) con la Presunta2, mi antiguo amor platónico que contra todo pronóstico volvió a mi vida y nos hicimos amigas.

Hace 13 años una de mis estrategias para ligármela fue invitarla a un concierto de un grupo que nos gusta y me dijo que no, que se iba a las fiestas de su barrio. Me quedé con 40 euros de entrada en la mano y una decepción del copón, porque ahí vi que no había posibilidad de que hubiera nada entre nosotras. 

Pues bien, ese grupo vuelve a la ciudad y ayer le dije: “qué, ¿nos animamos?”

Aunque ahora no me la quiera ligar, es como que me quedó eso pendiente por hacer con ella, aunque ella ni lo sepa ni se acuerde.

Esperando un NO por respuesta y arriesgándome a otra decepción.

ME HA DICHO QUE SÍ

Y eso no es todo: ME HA INVITADO A DORMIR A SU CASA.

¿Qué fuerte no? 

Si supiera esto la Nosu de hace 13 años tendría el coño estaría haciendo palmas.

Me encanta cuando se cierran este tipo de círculos.

Fantasear con la PDMA

Después del punto de inflexión de la cogorza del mes pasado, fui a la PDMA (Psicóloga De Mis Amores) y como siempre, salí muy satisfecha. 

Me encanta esta mujer, es referente para mí y a veces pienso en lo perdida que estaría si algún día deja de ejercer. Realmente me ha ayudado muchísimo en crecimiento personal y en herramientas para la vida.

A veces tengo ganas de ir, pero sin ningún motivo concreto, para ponerla al día. Sé que eso no es correcto y que no forma parte de un proceso terapéutico, así que me aguanto y no voy. No quiero que sea mi muleta si no tengo la pierna rota. Hasta que pasan varios meses y ya no puedo más, como esta última vez.

Normalmente  cuando sólo voy a estas sesiones puntuales de revisión, se me pasan las ganas de verla hasta al cabo de varios meses. Pero esta vez no.

Puede que tenga que ver con que me estoy leyendo un libro que me recomendó y en el que se relatan casos de pacientes con sus terapeutas. Así que en algunos momentos la veo a ella. Uno de estos casos narra como el terapeuta ayuda a una persona a afrontar la jubilación. Y yo pienso: mierda, cuando yo tenga que jubilarme es probable q esta mujer ya no sea mi psico. No por edad, pero porque seguro que tendrá otro hijo o se hará más jefa aún y se quede solo como CEO de su negocio, sin ver pacientes.

De verdad que tengo miedo de que llegue el momento en que me diga que ya no visita más. 

 

En fin. Que a veces me veo fantaseando, no sexualmente con ella, sino con que me pasa algún tipo de desgracia sólo para tener la excusa de ir y que me ayude. Obviamente no quiero que me pase ninguna desgracia, pero sí que echo de menos esas sesiones intensas que teníamos, en las que yo tenía que trabajar mucho y cuando se me desbloqueaba alguna mierda sentía una gran satisfacción.

Supongo que esto en psicología tiene un nombre (que tengo un poco de transferencia lo tengo claro), pero lo de fantasear de que me pase algo para poder ir no sé si es medio normal. Pero no se lo puedo decir, por miedo a que me diga que ya no puedo ser su paciente.